lunes, 7 de mayo de 2012

Retablo de la Santa Cruz de Blesa II (Teruel)

De la realización y vicisitudes del retablo de la Santa Cruz de la parroquial de Blesa, obra de Martín Bernad y Miguel Ximénez, ya traté en el mes de enero de este año en un post dedicado al sotobanco del mismo. Ahora incluyo su banco, que presenta una interesante serie de ocho tablas con figuras dobles en las que aparece al Apostolado, mas otra central dedicada a la Anunciación.
En esta escena central, que sigue las normas de la iconografía occidental, el ángel aparece arrodillado ante la Virgen apoyado en largo bastón de mensajero, mientras señala hacia lo alto de donde vienen rayos de luz.  En la inscripción dice "Ave Gracia plena Dominus...". Aunque en la exposición aparecen unidad, parece ser que las dos mitades en que está dividida la tabla estaban colocadas una a cada lado, en los extremos de la polsera, o a ambos lados del sagrario.


Los apóstoles que aparecen en las seis tablas restantes llevan todos sus atributos, además de rollos sobre sus cabezas con sus nombres y sentencias del Credo. Al igual que en el sotobanco, destacan en todas ellas la riqueza de los detalles de los personajes y los elaborados fondos en los que se asientan. De izquierda a derecha son:
San Pedro y San Andrés, primeros discípulos de Jesús. El primero está representado tal y como fue divulgado por la iconografía cristiana occidental, con la salvedad de que solo porta una llave en su mano. En la filacteria, al lado de su nombre, aparece el primer versículo del Credo.


Santiago el Mayor y San Juan Evangelista, hijos de Zebedeo. Santiago se representa con el habitual hábito de peregrino: túnica marrón, manto azul y zapatos. Su filacteria reza “Iacobo. Qui conceptus es de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine".  San Juan, el discípulo amado, lleva en su mano una palma, que no es la del martirio sino la que le dio María en su lecho de muerte.  La filacteria dice "Ioanes. Passus sub Poncio Pilato crucifixus mortuus et sepultus".


Santo Tomás y Santiago el Menor.  Tomás lleva en la mano la lanza que simboliza su martirio.  La inscripción de la filacteria: "Tomás. Descendt ad inferos tertia die resurrexit...".  Santiago el Menor porta  una arqueta y una maza por haber muerto a golpes de garrote, lo que le valió ser el patrón de los bataneros. Su inscripción dice "Iacobus Minor. Ascendit ad caelos sedt ad dexteram Patris Omnipotentem".
San Felipe y San Bartolomé.  El primero, que apenas es destacado en los evangelios, no posee ningún atributo determinado.  Su incompleta filacteria dice "Philipus.  Inde venturus est iudicare vivos et mortuos".  Bartolomé, que porta el alfanje con el que fue desollado, es otro de los apóstoles que apenas tiene protagonismo en los Evangelios. En la filacteria: "Bartholomeus. Credo in Spiritum Sanctum".


San Mateo y San Simón.  San Mateo es el apóstol de la obediencia que dejó su puesto de recaudador para seguir a Jesús.  Por su importante obra escrita se le representa con un lujoso libro.  La leyenda de su filacteria dice "Matheus, Sanctam Ecclesiam Catholicam Sanctorum comunionem".  Simón, hermano de Judas, lleva una espada envainada recordando que murió degollado.  Su texto dice "Simonis. Remissionem peccatorum".


San Judas Tadeo y San Matías.  El primero, hermano de Santiago el Menor y de Simón, porta una lanza terminada en punta de sierra que fue el instrumento de su martirio tras predicar en Asia Menor con su hermano Simón.  Su texto dice "Judas Thadeus, Carnis resurrectionem".  San Matías, el sustituto de Judas Iscariote, evangelizó Judea y porta un hacha de largo mango con la que pusieron fin a su vida.  Su texto dice "Mathías. Et vitam aeternam. Amen".

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