viernes, 30 de noviembre de 2012

Retrato de dama con mantilla (Francisco de Goya)

 
Este retrato de una dama desconocida es una de las últimas obras de Goya en las que con más intensidad profundiza en los aspectos psicológicos del personaje que retrata. La mirada directa de sus profundos ojos sugiere a una mujer de fuerte carácter y aire majestuoso, y se convierte en el centro de atención del cuadro. Algunos autores quieren ver en ella a Leocadia Zorrilla Weis, ama de llaves y compañera del pintor desde 1814, algo poco probable, ya que cuando falleció Goya tendría unos 39 años, y la imagen de este cuadro representa a una mujer de más edad. Su porte altivo queda perfectamente recogido en sus negros ojos, que miran directa y frontalmente al espectador con gesto cargado de fuerza y expresividad. El fondo oscuro y el vestido negro concentran aún más la atención en el rostro, destacando la pincelada rápida y empastada empleada por el pintor, tal y como se observa en las joyas y en las transparencias de la mantilla.


miércoles, 28 de noviembre de 2012

Muchacha ante el espejo (Tiziano)


Este cuadro es una bella creación de juventud de Tiziano, réplica de otro lienzo suyo de 1515 que figuró en la colección Gonzaga de Mantua, en la de Carlos I de Inglaterra, en la del pintor Van Dyck, y que actualmente se conserva en el Museo parisino del Louvre. El asunto tratado es complejo y permite varias interpretaciones, sin acertar a saber si es un doble retrato, una escena de género o una alegoría.


Presenta a una joven peinándose ante un hombre y dos espejos, y la versión más extendida es la que lo interpreta como una alegoría de la Belleza, vanagloriándose de ella y, al mismo tiempo, lamentándose de lo efímero de su existencia. También se ha sugerido que tal vez transcriba el soneto de Petrarca II mio adversario, que habla del triángulo entre amada, espejo y amante, y de cómo el hombre siente envidia del espejo por recibir la mirada de la mujer.


martes, 27 de noviembre de 2012

Cabeza de Ecce-Homo (Gaspar Núñez Delgado)



Esta interesante cabeza de Ecce-Homo, coronado de espinas y revestido con la túnica púrpura, con gesto suplicante, boca entreabierta y cuello torsionado mirando al cielo, llegó al Museo de Escultura de Valladolid en 1985 procedente de una colección particular barcelonesa. Forma parte de una larga serie de obras en barro realizadas a molde y repasadas posteriormente por el escultor, que gozaron de una gran popularidad en Andalucía durante el período barroco. Datada en torno a 1600, se relaciona con la producción de Gaspar Núñez Delgado, artista de origen abulense afincado en Sevilla, experto en escultura sobre materiales tan diversos como la madera, el barro o el marfil.


domingo, 25 de noviembre de 2012

La huida a Egipto (Maestro de Alpuente)


Esta tabla formaba parte del cuerpo del retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Piedad de la localidad valenciana de Alpuente; de autor anónimo, se ha datado en la última década del siglo XIV. A finales del XVIII el retablo se trasladó a la parroquial de San Miguel Arcángel de la aldea de El Collado, dentro del término municipal de Alpuente, donde se encuentra en la actualidad a falta de dos tablas, ésta de la huida a Egipto y la dedicada a la matanza de los inocentes, ambas en el Museo de Zaragoza desde 1941.


En esta tabla se representa la narración de los evangelios de Mateo y del apócrifo de la Infancia de Cristo, donde se recoge el viaje que José y María, con el recién nacido Jesús, se dirigen a Egipto huyendo de la matanza de recién nacidos ordenada por Herodes en Palestina. Van acompañados de una mujer ricamente ataviada que se identifica con Salomé, quien habría atendido a la Virgen en el parto.


Se trata de una pintura plana, que presenta el paisaje por la superposición de planos, enriquecido por una abundante y esquemática representación de formas muy simples y de brillante colorido. Destaca la minuciosidad del detalle en los pájaros, las joyas de Salomé y el brocado de la vestimenta de la Virgen. De líneas muy sencillas, enriquecidas por una delicada policromía y una gran expresividad, es representativa de un momento en el que confluyen influencias florentinas y francesas. Estilísticamente, representa la transición del estilo gótico de influencia italiana, o “italogótico”, al gótico internacional.


viernes, 23 de noviembre de 2012

San Pedro y San Pablo (Pablo Rabiella)


Pablo Rabiella y Diez de Aux, fue un acreditado pintor zaragozano del siglo XVII que se formó en el taller de Pedro de Urzanqui, donde entró a la edad de catorce años. En su obra queda patente la influencia de su maestro, así como el de los pintores Claudio Coello y Vicente Berdusán.
Este óleo representando a los Santos Pedro y Pablo lo realizó para el desaparecido Monasterio de la Victoria de Zaragoza. Ambos santos aparecen portando sus atributos, el primero las llaves y el segundo la espada.


Toda la composición se mantiene en la línea tenebrista de acusado claroscuro, ejemplo del realismo naturista. El empleo de la luz dirigida de forma violenta, deja en la penumbra parte de los rostros, e incide sobre los mantos donde se centra el color.


Se trata de una obra de gran calidad, a base de pinceladas cortas y precisas, en la que queda patente la carga dramática conseguida por el dominio que el pintor demuestra sobre el uso de la luz y el color.