lunes, 28 de enero de 2013

San Pedro y San Pablo (El Greco)


Este óleo es una de las primeras representaciones de los santos Pedro y Pablo que pinta Doménikos Theotokópoulos, más conocido como El Greco, diferenciándose de las otras parejas de santos en que aquí aparecen pintados de medio cuerpo.


El cuadro sorprende por su contenido argumental y su riqueza cromática. Aunque el tema central es la reunión entre los dos apóstoles después de haber mostrado su desacuerdo, se insinúa una reconciliación no cumplida en las manos unidas que se cruzan sin llegar a tomar contacto. Al mismo tiempo, muestra un gesto de cesión o reconocimiento por parte de San Pedro, que se representa como un anciano cansado en un fondo de nubes que se abre al azul del cielo para resaltar la aureola de santidad y llevando las llaves de la iglesia. A su lado aparece la poderosa imagen de San Pablo en la plenitud de su madurez, sin aureola, con túnica verde y manto rojo, sujetando con orgullo la espada o atributo que le es propio.


Las figuras estilizadas se envuelven con pesados ​​mantos que impiden contemplar su anatomía, destacando sus pliegos en los que se crean sugerentes contrastes luminosos. Y es que, como buen conocedor de la Escuela veneciana, El Greco modela a través del uso de luces y colores, utilizando una pincelada rápida y vigorosa que empasta la tela haciendo perder los detalles. La espiritualidad de los santos está resaltada en sus rostros, claramente diferenciados para avanzar el naturalismo de años posteriores.


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