domingo, 21 de septiembre de 2014

Dama con luz de luna (Juan José Gárate)


Esta obra formaría parte de un grupo cuya temática era la representación de la mujer. Todas compartirían las mismas características, al ser representaciones un tanto idealizadas y ensoñadoras de mujeres en ambientes creados para sugerir la belleza. En este caso la protagonista se encuentra en plena noche, en un jardín creado con pinceladas abiertas de color que simulan flores; su cuerpo parece resplandecer en la oscuridad, su torso está cubierto por una fina ropa y el rostro emana luz propia.


miércoles, 17 de septiembre de 2014

María Cristina de Borbón (José de Madrazo)


Aunque existe alguna duda sobre si realmente el retrato corresponde a la reina gobernadora María Cristina de Borbón,  la semejanza del retrato con el rostro conocido de la reina transmitido por los pintores de Corte, hace pensar en que se trate de ella: figura algo gruesa, de nariz afilada, tez blanca y pómulos rojizos, boca pequeña propensa a la sonrisa y mirada expresiva y agradable. Luce peinado de tirabuzones con dos flores prendidas del cabello y pendientes y collar de perlas. Viste con traje azul claro escotado de mangas anchas que deja los hombros al descubierto. Nada en su atuendo denota su condición real.


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Nuestra Señora de la Virgen Blanca (Maestro de la Virgen Blanca)


Talla en piedra de la segunda mitad del siglo XIII, actualmente en una capilla de la Catedral de Palencia, aunque en origen se hizo para el parteluz de la Puerta del Juicio en su fachada occidental. Marca la cima de la escultura gótica en tierras castellano-leonesas por la perfección de sus formas y el clasicismo de su belleza. En ella se recogen los principales misterios marianos: el de la Maternidad queda reflejado en el niño que sostiene en su brazo izquierdo; el de la Inmaculada Concepción en la cabeza de serpiente que está pisando; el de la Realeza en la corona tachonada de perlas que porta; por último, la pequeña rama que lleva en la mano derecha, apenas brotada, simboliza el último tallo del Árbol de Jesé: Jesús.


domingo, 7 de septiembre de 2014

Cristo de Carrizo


Datado en el último cuarto del siglo XI y considerada una de las obras maestras del románico leonés, se le conoce como Cristo de Carrizo por proceder del antiguo Monasterio de monjas cistercienses de Santa María de Carrizo de la Ribera. Se trata de una talla pequeña (33 cm.) en marfil con incrustaciones de azabache y oro. Como corresponde a la época románica en que se realiza es un Cristo de cuatro clavos con grandes ojos almendrados en azabache y rostro que no denota sufrimiento. Destaca la cuidada elaboración del paño de pureza que cae hasta las rodillas.

En origen el Cristo apoyaba en una cruz que se perdió, siendo sustituida por otra moderna, razón por la que el dorso, al no estar a la vista, se dejó sin tallar. En la espalda y rodillas hay unas pequeñas cavidades para guardar reliquias. La talla original se expone actualmente en el Museo de León, mientras que en la localidad de Carrizo hay una copia en madera de abedul policromada a escala 1:5, obra del escultor José Lonjos, que sale en procesión para Semana Santa.