lunes, 25 de septiembre de 2017

Santa Cecilia (Vicente Berdusán)


Este cuadro forma pareja con el de Santa Catalina del post anterior. Pintado un año más tarde, en 1691, para el mismo Convento de Esclavas de Calatayud, actualmente también es propiedad por compra del Museo de Navarra. Representa a la Santa sentada ante el teclado de un órgano. Tiene su cuerpo girado hacia la derecha, mientras que un ángel, que desciende de un fondo de nubes, deposita sobre su cabeza una corona de flores. Desde el punto donde aparece este ángel emana una luz que ilumina toda la escena siguiendo la tendencia barroca a la iluminación de la penumbra a través del cielo abierto. Se trata de una glorificación de Santa Cecilia como patrona de los músicos.


viernes, 22 de septiembre de 2017

Santa Catalina (Vicente Berdusán)


Vicente Berdusán pinta este óleo en 1690 para el Convento de las Esclavas de Calatayud. Representa a Santa Catalina sentada junto a la rueda dentada objeto de su martirio. Va ataviada con joyas de la época e indumentaria atemporal; los paños vuelan dando sensación de ligereza a pesar de sus dimensiones. Gracias a este recurso, la figura presenta una monumentalidad muy italianizante. Tiene el cuerpo girado hacia la derecha, mientras un ángel, que desciende de un fondo de nubes, deposita en su cabeza una corona de flores y le entrega en la mano la palma del martirio. La parte izquierda se rellena con cabezas de querubines. Este cuadro forma pareja con otro de similares características dedicado a Santa Cecilia, también en la exposición permanente del Museo de Navarra.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Martirio de San Andrés (Pedro Díaz de Oviedo)


En el Museo de Navarra se expone esta tabla al óleo que representa el Martirio de San Andrés. Formaba parte del retablo titular de la capilla de San Andrés Apóstol, que entre 1476-1500 realiza Pedro Díaz de Oviedo. En el cuadro tres sayones atan a una cruz en forma de aspa a San Andrés; a la izquierda el procónsul Egeas, con rica vestidura talar y turbante amarillo, ordena el martirio del Santo, acompañado de un grupo de hombres de Patrás. San Andrés aparece de frente atado a la cruz, con barba y melena oscuras y coronado con un limbo dorado. Los demás personajes van ricamente vestidos y tocados según modelos hispanoflamencos. La escena transcurre en un interior sugerido por un arco en primer plano y un suelo de baldosas que marcan una perspectiva lineal muy forzada. La composición, en la que predominan los verdes y rojos, favorece una narrativa clara y eficaz. El efecto de tercera dimensión se ensaya a través de la perspectiva, de la posición de los personajes y del modelado en sombras de los ropajes.