miércoles, 29 de noviembre de 2017

Calvario bretón, el Cristo verde (Paul Gauguin)


Durante su estancia en Bretaña Gauguin se sintió atraído, entre otras cuestiones, por la profunda religiosidad de sus habitantes. Esto haría que la temática religiosa sea la protagonista de una parte de sus obras, una de ellas ésta denominada Calvario bretón, el Cristo verde. Para realizarla se inspiró en un calvario de piedra recubierto de musgo que encontró en Nizon, cerca de Pont-Avent. Como en otras ocasiones, vuelve a colocar su rostro en la figura de Cristo para simbolizar su sufrimiento, ya que Gauguin pensaba que el artista debía sufrir en su proceso creativo. Junto al calvario, completan la escena una campesina bretona en primer plano, y una figura que regresa de la playa al fondo. El pintor lleva a cabo en esta escena un importante proceso de sintetismo, eliminando elementos superfluos hasta quedarse con la imagen que transmita algo al espectador, para que su pintura tenga un sentido expresivo e intelectual, alejándose del goce puramente estético del Impresionismo.

domingo, 26 de noviembre de 2017

San Juan Bautista meditando (El Bosco)


Estamos ante una obra de plena madurez artística de El Bosco. Pintada hacia 1504-05, la escena representa la vida contemplativa en medio de las tentaciones del mundo. San Juan Bautista debería ser un ermitaño sometido a duras disciplinas y ayuno. Sin embargo, aparece como un sereno filósofo, vestido de púrpura, en medio de un espléndido paisaje, alejado del desierto en el que debería de encontrarse. Rodean al Santo plantas, animales, colores y brillos, que los ignora para concentrar la mirada en el cordero místico al que señala. Junto a San Juan crece una curiosa planta de frutos ponzoñosos y que ni siquiera mira.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

La tentación de Santa María Magdalena (Jacob Jordaens)


Esta pintura, de hacia 1620, ha sido interpretada como una alegoría de la juventud entre el vicio y la virtud. Sin embargo, es María Magdalena quien se arrepiente, recibiendo la ayuda de un ángel que le ayuda a resistir la tentación de la envidia, encarnada por una anciana y un personaje que maneja serpientes. La riqueza de la ejecución es parte de la tradición de los maestros flamencos. El brutal realismo de las figuras y los efectos de la luz recuerdan la tradición italiana del claroscuro.