Este óleo sobre lienzo es una de las obras que más polémica levanta acerca de su autoría. Lo que sí es seguro es que hacia 1790 el Canal Imperial de Aragón encarga al pintor de Fuendetodos un retrato de cuerpo entero de Don Ramón de Pignatelli y Moncayo como homenaje al mayor impulsor de esta obra. En este año Goya escribe a su amigo Zapater notificándole que estaba pintando el retrato. A esta pintura se le pierde el rastro en la Guerra de la Independencia.
A los pies del retratado hay una cartela en la que se lee: “Retrato del Exc. Sr. D. Ramón de Pignatelli y Moncayo copia original de D. Francisco de Goya ejecutada por D. Narciso Lalana en Zaragoza año de 1821. Falleció dicho señor en la misma en el de 1793”. Este texto se corresponde con la anotación de pago que a este pintor hace el Canal Imperial de Aragón, y que figura en su Archivo: “A Dn. Narciso Lalana dos mil rs vn importe del retrato que ha egecutado del Sr. Dn. Ramón Pignatelli, protector que fue de estos Canales para reponer el que existía y se perdió en la pasada guerra: todo en virtud de orden del Sr. Diretor gral.”. Tanto la cartela como la anotación citadas han llevado a los historiadores del Arte a considerar el retrato una copia del original de Goya realizada por Narciso Lalana.
Por otra parte, los restauradores Teresa Grasa y Carlos Barboza que en 1984 llevaron a cabo una profunda restauración del cuadro opinan que se trata de la obra original de Goya, ya que se evidenció una magistral soltura de ejecución en las pinceladas subyacentes, muy lejos de la tosca técnica de Lalana. Esta peculiar característica ya se había visto en los murales de la Basílica del Pilar y en las de la Cartuja de Aula Dei. Las carnaciones dan una imagen radiográfica densa por la abundancia de blanco plomo en su composición. Se ven pinceladas densas, cortas, empastadas con tonos anaranjados, rosas, ocres, puntos de amarillo en negro, etc.. todo ello de técnica indudablemente goyesca.
Además, en la cartela a los pies del retratado se aprecia diferente caligrafía en la parte que identifica a don Ramón con el resto. Mediante aplicación de rayos X se comprobó que la parte de la inscripción que comienza por “copia de Lalana…” es de ejecución más reciente que el resto.
Todo lo expuesto no hace sino aumentar las dudas sobre su autoría que podría ser una copia de la obra de Goya o el retrato original del pintor de Fuendetodos enmascarado por una restauración de Lalana.