Entre 1777 y 1785 Goya realizó
una serie de óleos sobre juegos infantiles. En 1842 fue adquirida por Sir
Willian Stirling Maxwell, disgregándose posteriormente. De esta manera “Niños peleándose
por castañas” forma parte actualmente de una colección particular. Además,
existe una copia, que es la que se reproduce en las fotografías adjuntas, que forma
parte del grupo de cinco, propiedad de la Fundación Santamarca. En este óleo,
Goya representa a un grupo de niños que intentan coger con sus sombreros las
castañas que un hombre les arroja desde la ventana de un edificio, mientras
otros juegan y se pelean sin participar en la escena anterior. Un niño más
pequeño, vestido con un batín amarillo, llora al tiempo que tira de un cordel
atado a un carrito de madera. La escena se desarrolla al aire libre, sobre un
fondo realizado a base de pinceladas celestes y rosadas, consiguiendo un ambiente
ligeramente más luminoso que en el resto de los cuadros de la serie. Las ruinas
de unos edificios al fondo completan la composición. (texto basado en el que figura en el catálogo on-line de la Fundación
Goya en Aragón)
jueves, 27 de diciembre de 2018
jueves, 20 de diciembre de 2018
Niños jugando a los toros (Francisco de Goya y Lucientes)
Entre 1777 y 1785 Goya realizó una serie de óleos sobre juegos infantiles. Podría tratarse de algún encargo, de los que existen varias repeticiones. De “Niños jugando a los toros” se conocen tres copias: una en el Linday Fine Art Ltd. de Londres, la segunda, según Camón Aznar, en una colección privada madrileña, y la tercera, que es la que aquí se ofrece, en la colección de la Fundación Santamarca de Madrid. En esta escena se emula una tauromaquia en la que unos niños hacen de toreros y otros de picadores. En el centro de la composición, uno de ellos simula ser el toro utilizando una cesta con cuernos con la que arremete contra otro que yace tumbado en el suelo. Goya incluye en la escena a un muchacho disfrazado de fraile que participa en esa improvisada tauromaquia. El pintor crea en este cuadro un intenso juego de luces y sombras y recurre para ello a la estructura abovedada bajo la que se desarrolla la escena. (texto basado en el que figura en el catálogo on-line de la Fundación Goya en Aragón)
jueves, 13 de diciembre de 2018
Niños jugando a los soldados (Francisco de Goya y Lucientes)
Entre 1777 y 1785 Goya realizó una
serie de óleos sobre juegos infantiles. Podría tratarse de algún encargo, de los
que existen varias repeticiones. De momento se contabilizan tres, una en Pollok
House en Glasgow, la segunda en la colección Maxwell Mac-Donald de Londres, y la
tercera, a la que corresponden las fotografías que se acompañan, en la
colección de la Fundación Santamarca de Madrid. Esta repetición de cada uno de
los cuadros hace pensar en que la serie tuvo un cierto éxito, y que su temática
era acorde para decorar los hogares de personajes acomodados de la sociedad del
momento. En este en concreto, bajo el título de “Muchachos jugando a los
soldados” el pintor representa a un grupo de menores que se divierten imitando
a los adultos sobre una colina, al aire libre. A pesar de sus vestimentas
andrajosas, el niño que ocupa el centro de la composición emula a un rey rodeado
por otros que representan a sus vasallos, incluso hay uno de ellos que le suplica
arrodillado. A su izquierda, cinco niños vestidos de militares protagonizan un
desfile. (texto basado en el que figura
en el catálogo on-line de la Fundación Goya en Aragón)
miércoles, 5 de diciembre de 2018
Saltando a la comba, La Granja (Joaquín Sorolla)
En 1907 la familia Sorolla pasa
el verano en la Granja de San Ildefonso. Sorolla utiliza como motivo central de
este cuadro a su hija Elena, que en aquel momento tiene 12 años. El salto de la
niña resulta evidente por la falta de contacto con su sombra, un recurso
sencillo, pero muy eficaz, y la composición entera se contagia de ese movimiento
elástico, acentuado por las carreras circulares de los niños que se persiguen
alrededor del estanque. (texto basado en
el que figura en la Guía del Museo Sorolla)