Los primeros paisajes que realiza
Martí Alsina están fuertemente influenciados por la visión romántica
naturalista imperante en el primer cuarto del siglo XIX. Una de sus obras más
relevantes de este período es “Ruinas de la Iglesia del Santo Sepulcro” pintada
en 1862, en la que muestra su
preferencia por la búsqueda de atmósferas nítidas y el empleo de un empaste
denso atento a la captura de los efectos lumínicos.
martes, 25 de febrero de 2014
domingo, 16 de febrero de 2014
Venus en la fragua de Vulcano (Mathieu et Louis Le Nain)
Este cuadro representando a Venus en la fragua de Vulcano es una excepción dentro de la obra de los hermanos Le Nain, que por lo general se centra en escenas de campesinos. La escena recoge el momento en que Venus, diosa del amor, va al taller de Vulcano, dios del fuego, a pedirle que forje una armadura para su hijo Aeneas. La aparición de Venus semidesnuda en una forja llena de hombres rudos nos indica claramente que estamos ante una escena mitológica. Destaca la representación idealizada de Venus y su hijo frente a la más descuidada de Vulcano, que más que un dios parece un hombre ordinario bastante despreocupado por su aseo personal.; además esta contraposición entre la idealización de Venus y la mundanidad de Vulcano queda resaltada por la iluminación con que aparecen la mujer y su hijo frente a la sombra en que permanecen los hombres.
viernes, 14 de febrero de 2014
Tres mendigos (Giocomo Ceruti “Il Pitocchetto”)
domingo, 9 de febrero de 2014
Tríptico del Descendimiento (Motos –Guadalajara-)
Procedente de la parroquial de la
pequeña localidad de Motos en el Señorío de Molina se expone en el Museo
Diocesano de Sigüenza este retablo, denominado “Tríptico del Descendimiento”,
por ser ésta la representación central de las tres tablas que lo componen.
Francisco Javier Ramos Gómez propone como posible autor a Bernabé de Andrade,
del que se conoce que trabajó en algunas iglesias de localidades próximas como
Checa o Embid. Se puede datar hacia la primera mitad del siglo XVI, entre
1540-1560.
En el panel central se
representan el momento en que Jesús es bajado de la cruz. Apoyadas en los
brazos de la cruz hay dos escaleras con José de Arimatea y Nicodemo sobre ellas
quienes en compañía de un ayudante, que muy bien podría ser San Juan ya que no
aparece en la parte inferior junto a la Virgen como suele ser habitual,
proceden a bajar el cuerpo de Cristo.
En la parte inferior está
representada la Virgen prácticamente desfallecida con las santas mujeres a su
alrededor lo que supone una novedad, ya que las mismas no figuran en los
Evangelios canónicos relacionadas con el Descendimiento sino con el hallazgo
del sepulcro vació. Se completa la tabla con una serie de objetos situados a
los pies de la Virgen que hacen referencia al martirio de Cristo, como son el martillo,
las tenazas, los clavos y la corona de espinas. Se pueden entender como
elementos que empujen al creyente a la oración y a la reflexión íntima sobre el
sufrimiento de Cristo.
A la derecha del anterior se
representa la Oración en el Huerto, donde los apóstoles Pedro, Juan y Santiago
duermen recostados en la parte inferior mientras en la mitad superior aparece
la figura de Jesús rezando de rodillas ante un ángel que le ofrece el cáliz de
su cercano martirio.
La tercera tabla hace referencia
a la Resurrección como triunfo de Cristo sobre la muerte, y en consonancia, de
los cristianos sobre el pecado, por lo que cuando aparece representado este
motivo hay que suponer que se realizó por motivos funerarios, en este caso tal
vez como elemento decorativo de alguna capilla particular de la iglesia de
Motos. Jesucristo aparece triunfal dentro de una mandorla de luz dorada,
sobrevolando el sepulcro vestido con un paño de pureza y con una túnica
arrebolada, sosteniendo en su mano izquierda la cruz-estandarte símbolo de su
triunfo sobre la muerte y con una enorme cabeza de ángel bajo sus pies que le
empuja hacia el cielo.
El sarcófago aparece cerrado para
enfatizar el hecho milagroso de la resurrección. Tres soldados vestidos con
atuendos de la época están a su alrededor, dos durmiendo y el tercero asombrado
ante el hecho milagroso. Destacan dos aspectos en esta tabla, el primero el
aparecer Cristo sobre un ángel que le empuja hacia los cielos, elemento propio
de las representaciones de la Asunción de la Virgen e inadecuado para Jesús que
no necesita ayuda externa para ascender a los cielos. El segundo la fusión
entre la Resurrección y la Ascensión o Glorificación caracterizada por la
figura de Cristo flotando encima del sepulcro, fusión que aparece en los Evangelios
Apócrifos y que durante el siglo XVI se extenderá por España y por la Diócesis
de Sigüenza.
jueves, 6 de febrero de 2014
lunes, 3 de febrero de 2014
Piedad (Gregorio Fernández)
Gregorio Fernández realiza para la Cofradía vallisoletana de Nuestra Señora de las Angustias el paso de la Sexta Angustia compuesto por la Piedad con los dos ladrones junto con San Juan y la Magdalena. De todos ellos destaca la figura de la Piedad, una monumental composición en la que priman las líneas diagonales y la asimetría, rompiendo el esquema piramidal tradicional definido por Miguel Ángel en la Piedad del Vaticano. La naturalidad de las actitudes y el tratamiento minuciosamente realista del desnudo son cualidades propias de la etapa de madurez del artista, al igual que el gusto por la amplitud de los ropajes, cuyos abundantes plegados propician unos contrastes luminosos muy acusados que confieren a la obra el carácter pictórico y mutable propio del barroco.