Este retrato de una dama
desconocida es una de las últimas obras de Goya en las que con más intensidad
profundiza en los aspectos psicológicos del personaje que retrata. La mirada
directa de sus profundos ojos sugiere a una mujer de fuerte carácter y aire
majestuoso, y se convierte en el centro de atención del cuadro. Algunos autores
quieren ver en ella a Leocadia Zorrilla Weis, ama de llaves y compañera del
pintor desde 1814, algo poco probable, ya que cuando falleció Goya tendría unos
39 años, y la imagen de este cuadro representa a una mujer de más edad. Su
porte altivo queda perfectamente recogido en sus negros ojos, que miran directa
y frontalmente al espectador con gesto cargado de fuerza y expresividad. El
fondo oscuro y el vestido negro concentran aún más la atención en el rostro,
destacando la pincelada rápida y empastada empleada por el pintor, tal y como
se observa en las joyas y en las transparencias de la mantilla.
viernes, 30 de noviembre de 2012
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Muchacha ante el espejo (Tiziano)
Este cuadro es una bella creación
de juventud de Tiziano, réplica de otro lienzo suyo de 1515 que figuró en la
colección Gonzaga de Mantua, en la de Carlos I de Inglaterra, en la del pintor
Van Dyck, y que actualmente se conserva en el Museo parisino del Louvre. El
asunto tratado es complejo y permite varias interpretaciones, sin acertar a
saber si es un doble retrato, una escena de género o una alegoría.
Presenta a una joven peinándose
ante un hombre y dos espejos, y la versión más extendida es la que lo
interpreta como una alegoría de la Belleza, vanagloriándose de ella y, al mismo
tiempo, lamentándose de lo efímero de su existencia. También se ha sugerido que
tal vez transcriba el soneto de Petrarca II mio adversario, que habla del
triángulo entre amada, espejo y amante, y de cómo el hombre siente envidia del
espejo por recibir la mirada de la mujer.
martes, 27 de noviembre de 2012
Cabeza de Ecce-Homo (Gaspar Núñez Delgado)
Esta interesante cabeza de
Ecce-Homo, coronado de espinas y revestido con la túnica púrpura, con gesto
suplicante, boca entreabierta y cuello torsionado mirando al cielo, llegó al
Museo de Escultura de Valladolid en 1985 procedente de una colección particular
barcelonesa. Forma parte de una larga serie de obras en barro realizadas a
molde y repasadas posteriormente por el escultor, que gozaron de una gran
popularidad en Andalucía durante el período barroco. Datada en torno a 1600, se
relaciona con la producción de Gaspar Núñez Delgado, artista de origen abulense
afincado en Sevilla, experto en escultura sobre materiales tan diversos como la
madera, el barro o el marfil.
domingo, 25 de noviembre de 2012
La huida a Egipto (Maestro de Alpuente)
Esta tabla formaba parte del
cuerpo del retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la
Piedad de la localidad valenciana de Alpuente; de autor anónimo, se ha datado
en la última década del siglo XIV. A finales del XVIII el retablo se trasladó a
la parroquial de San Miguel Arcángel de la aldea de El Collado, dentro del
término municipal de Alpuente, donde se encuentra en la actualidad a falta de
dos tablas, ésta de la huida a Egipto y la dedicada a la matanza de los
inocentes, ambas en el Museo de Zaragoza desde 1941.
En esta tabla se representa la
narración de los evangelios de Mateo y del apócrifo de la Infancia de Cristo,
donde se recoge el viaje que José y María, con el recién nacido Jesús, se
dirigen a Egipto huyendo de la matanza de recién nacidos ordenada por Herodes
en Palestina. Van acompañados de una mujer ricamente ataviada que se identifica
con Salomé, quien habría atendido a la Virgen en el parto.
Se trata de una pintura plana,
que presenta el paisaje por la superposición de planos, enriquecido por una
abundante y esquemática representación de formas muy simples y de brillante
colorido. Destaca la minuciosidad del detalle en los pájaros, las joyas de
Salomé y el brocado de la vestimenta de la Virgen. De líneas muy sencillas,
enriquecidas por una delicada policromía y una gran expresividad, es representativa
de un momento en el que confluyen influencias florentinas y francesas.
Estilísticamente, representa la transición del estilo gótico de influencia
italiana, o “italogótico”, al gótico internacional.
viernes, 23 de noviembre de 2012
San Pedro y San Pablo (Pablo Rabiella)
Pablo Rabiella y Diez de Aux, fue
un acreditado pintor zaragozano del siglo XVII que se formó en el taller de
Pedro de Urzanqui, donde entró a la edad de catorce años. En su obra queda
patente la influencia de su maestro, así como el de los pintores Claudio Coello
y Vicente Berdusán.
Este óleo representando a los
Santos Pedro y Pablo lo realizó para el desaparecido Monasterio de la Victoria
de Zaragoza. Ambos santos aparecen portando sus atributos, el primero las
llaves y el segundo la espada.
Toda la composición se mantiene
en la línea tenebrista de acusado claroscuro, ejemplo del realismo naturista.
El empleo de la luz dirigida de forma violenta, deja en la penumbra parte de
los rostros, e incide sobre los mantos donde se centra el color.
Se trata de una obra de gran
calidad, a base de pinceladas cortas y precisas, en la que queda patente la
carga dramática conseguida por el dominio que el pintor demuestra sobre el uso
de la luz y el color.