Jean Hey, identificado como el
anónimo Maitre de Moulins por su obra más conocida, el tríptico que pintó para
la catedral de esta ciudad, fue un pintor flamenco activo en Francia entre 1480
y 1500.
Este cuadro muestra a la Virgen
María adorando al Niño. Los cuatro ángeles, dos en cada lado, y el fondo dorado
refuerzan la impresión sobrenatural que emana de esta visión celeste. La cara y
los gestos de cada uno de los ángeles refleja el asombro, la alegría, la
sorpresa y la solicitud. El contraste entre la adoración tranquila de la
Virgen y la viva atención del Niño, es evidencia de la influencia de Hugo Van der
Goes, maestro que fue de Jean Hey. Es probable que el cuadro fuese la tabla
central de un tríptico o el postigo izquierdo de un díptico.
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