Ricardo fue el hijo menor de
Federico y Luisa de Madrazo. Se especializó en temas orientalistas y
costumbristas, con especial preocupación por el luminismo. Experto acuarelista,
técnica que aprendió de su cuñado Mariano Fortuny, fue un solicitado retratista
en la década de los años ochenta del XIX. En esta obra Madrazo retrató al hijo
de Mario Daza Campos y María Teresa de Madrazo, nacido el 26 de marzo de 1900 y
fallecido el 2 de mayo del mismo año.
Ricardo retrata al fallecido a la
manera que había hecho su padre en 1850 con el príncipe de Asturias y, en 1853
con María Cristina de Borbón, ambas obras conservadas en el Palacio Real de
Madrid. A diferencia de los pomposos retratos de Federico, en los que incluyó
románticas alegorías, esta pintura, de pequeño tamaño y naturalidad
compositiva, está trazada a base de escuetas y luminosas pinceladas de
impresión que destacan el realismo del rostro del niño en un entorno totalmente
blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario