Van der Weyden pinta este óleo, también conocido como la Virgen de San Lucas, entre 1435 y 1440. Representa al evangelista con la Virgen María dando el pecho al Niño Jesús en primer plano con una galería detrás en la que se ven dos figuras que miran al río que se extiende hacia el horizonte. La Virgen aparece a la izquierda bajo un lujoso dosel de brocado dorado, mientras que San Lucas está al otro lado con una punta de plata en la mano con la que está trazando un boceto. Las dos figuras situadas en segundo plano se han identificado como San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen.
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