domingo, 30 de marzo de 2014
miércoles, 26 de marzo de 2014
Éxtasis de San Antonio Abad (Francisco de Goya)
Óleo sobre lienzo, copia de un
cuadro realizado por Giaquinto Corrado para la iglesia de San Giovanni di Dio
en Roma. Su autoría se viene atribuyendo a varios autores como Antonio González
Velázquez, Manuel o Francisco Bayeu o el propio Goya en su etapa formativa;
otra copia de la misma obra, atribuida también a Francisco de Goya, se conserva
en una colección suiza.
En el cuadro, el Santo aparece al
atardecer sentado en una roca en un lugar apartad, admirando la aparición del
ángel que con su mano izquierda le señala al cielo. A sus pies aparece un
cuenco para beber agua, un libro abierto y una calavera sobre otro libro
cerrado, símbolos de ascetismo y penitencia. Una clara línea diagonal organiza
la composición, en la que destaca la expresividad del rostro del santo y la
soltura de la pincelada.
sábado, 22 de marzo de 2014
martes, 18 de marzo de 2014
Cristo y los fariseos (Jacob Jordaens)
Jordaens expresa en este cuadro
su simpatía por la Reforma, antes de su conversión al calvinismo en 1671. La
amplia figura de Cristo mirando al espectador, se opone a los rostros gesticulantes de los fariseos; la máscara de
uno de los personajes quiere simbolizar la duplicidad de los fariseos, y por
extensión la de la Iglesia Católica.
miércoles, 5 de marzo de 2014
Tríptico de las Tentaciones de San Antonio (El Bosco)
Este tríptico de las Tentaciones
de San Antonio está considerado como una de las mejores obras de Jeroen
Anthoniszoon van Aeken, más conocido como “El Bosco”. San Antonio fue uno de
los santos que más apareció en su obra por las posibilidades que ofrece como
modelo de conducta del buen cristiano frente a las tentaciones del mundo. San
Antonio se retiró a meditar al bosque y sufrió todo tipo de tentaciones, ataque
y acoso de los demonios
En el panel central se concentran
todo tipo de tentaciones. En el centro geométrico del cuadro se sitúa la figura
del Santo, con un rostro sereno, hacia el que convergen los diferentes grupos
de monstruos y personajes grotescos. Los primeros ocupan los cuatro elementos:
vuelan por el aire, escapan del fuego de un incendio en el horizonte, caminan o
se arrastran por la tierra y bullen en el agua oscura del río inferior; del
interior de una gran cereza salen unos personajes que incitan a la lujuria, a
la vez que los que preparan la mesa junto al Santo invitan a la gula; la
confusión general promueve la herejía y la pérdida de la fe, ante lo que San
Antonio únicamente puede reaccionar con la plegaria. En la torre en ruinas se
representa un altar con el crucifijo como única vía segura de salvación.
La escena que ocupa el panel
lateral izquierdo del tríptico según la vista del espectador se conoce como El
vuelo y caída de San Antonio. En él se muestra una de las torturas a las que el
Santo fue sometido, en la que los diablos sostienen su cuerpo y lo elevan por
los aires para después dejarlo caer. En el cuadro podemos ver los dos momentos:
cuando el Santo está volando sobre los cuerpos monstruosos de los diablos y
cuando sus compañeros frailes le recogen medio muerto. Dos detalles curiosos
hay en esta representación: por un lado, el extraño pájaro con patines que está
en el estanque sostiene en su pico la firma del autor, y por otro su posible
autorretrato en el campesino que ayuda a los monjes a sostener a San Antonio.
La escena del panel del lado
contrario se conoce como San Antonio y la reina de los diablos. Al Santo le
acosan diversas visiones que le llaman a los placeres mundanos: en el centro
una princesa endemoniada le ofrece su cuerpo desnudo; abajo, una mesa llena de
manjares y sostenida por seres desnudos le recuerda el hambre provocada por el
ayuno del retiro.
domingo, 2 de marzo de 2014
Frontal de altar de Santa María de Taull

Aunque parece ser que los frontales de altar con figuras talladas eran bastante habituales en la producción románica, han sido pocos los que se han conservado en comparación con los que presentan su iconografía pintada. Uno de ellos es éste de la iglesia de Santa María de la localidad de Taull, en el valle del Boi. Datado hacia 1200, y repintado en 1579, presenta en el registro central a Cristo en Majestad inscrito en una mandorla y rodeado por los símbolos de los cuatro evangelistas, de los que tan solo restan las huellas de las figuras. A ambos lados, y en dos niveles se distribuyen las figuras de los apóstoles, bajo arcadas. Todas las imágenes están talladas en madera de pino y conservan en parte su vistosa policromía.
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frontales de altar,
románico,
Taull
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