Frontal de altar procedente de la ermita de la Virgen de la Mola, trasladado más tarde a la parroquial de la localidad oscense de Buira adscrita al municipio de Bonansa en Huesca, y actualmente en la exposición permanente del Museo Episcopal y Comarcal de Lérida a la espera de su vuelta a Aragón en cumplimiento de las sentencias dictadas al efecto por tribunales eclesiásticos y civiles.
Es obra datada hacia finales del
siglo XII en madera tallada y policromada. Ocupa el registro central la figura
aureolada de San Hilario entronizado dentro de una mandorla, a semejanza de la
Maiestas Domini. Porta los atributos de obispo, la mitra y el báculo que sujeta
con la mano izquierda, y viste las ropas propias de su estamento: alba,
dalmática y casulla. En las esquinas se representan las figuras apostólicas del
Tetramorfos, de las que únicamente se conservan las de la parte superior, el
hombre alado de San Mateo y el águila de San Juan, que además se identifican
con sendas inscripciones.
Los dos registros laterales que
flanquean la figura de San Hilario se dividen a su vez en otros dos
superpuestos. En cada uno de ellos aparecen las figuras talladas de obispos en
grupos de tres enmarcados por una arquería peraltada sobre columnillas helicoidales.
De las doce figuras sólo se conservan completas cuatro en la parte superior,
dos en cada lado, y parte de otras dos en el registro inferior izquierdo. Se
representan en posición frontal, de pie, con el báculo en la mano derecha y un
libro en la izquierda. La gama cromática es reducida, limitándose a los colores
verde, rojo y azul, que alternan en dalmáticas, casullas y libros. Esta misma
gama de colores se utiliza en la figura central del Santo titular del frontal,
así como en la decoración que orla los registros.