domingo, 25 de febrero de 2018

Caja sepulcral de Doña Francisquina de Eril y Castro (Miguel Ximénez)


En 1494 Miguel Ximénez realiza para el Monasterio de Sijena el retablo de la capilla de San Juan Bautista y la caja sepulcral de Doña Francisquina de Eril y Castro, priora del cenobio de 1485 a 1494.
Este ataúd de madera es el más moderno de los cuatro que se conservan (tres ahora en el Monasterio y el cuarto en el Museo de Zaragoza), y forma parte del conjunto de piezas que fueron reintegradas al Monasterio oscense procedentes del Museo Diocesano y Comarcal de Lérida, donde se encontraban en depósito (las fotografías que acompaño corresponden a su antigua ubicación en el museo ilerdense). Ximénez sigue en esta obra los modelos creados por Blasco de Grañén en los dos anteriores, más de medio siglo antes. En el frente de la caja, sobre un fondo de brocado, destacan los escudos heráldicos de la finada, que se representa yacente sobre una de las tapas, vestida con el hábito de la Orden de San Juan, las manos cruzadas sobre la cintura, un rosario al cuello y la cabeza apoyada sobre un cojín. Como se podrá apreciar en los posts siguientes el tratamiento naturista del rostro y las manos, así como los quebrados pliegues de la toca muestran la evolución entre los otros dos ejemplos más antiguos y este, a pesar de seguir el mismo esquema.




domingo, 18 de febrero de 2018

La siesta (Joaquín Sorolla)


En este cuadro Sorolla refleja uno de los momentos de ocio familiar que frecuentemente aparecen en su obra. Pintado en 1911, durante la estancia veraniega familiar en San Sebastián, muestra una gran libertad y modernidad en su concepción. Como en otras ocasiones, Sorolla prescinde del horizonte y desarrolla toda la escena en el plano del suelo, que de esta manera parece más próximo al espectador. Las cuatro figuras femeninas que descansan sobre un prado son la mujer del pintor, sus dos hijas y una prima de éstas. Tres de ellas duermen, mientras la cuarta lee boca abajo. La ejecución, ya de por sí, rápida y abocetada de Sorolla se ve aún más remarcada en esta obra, donde el artista parece apresurar a sus pinceles, ansioso por captar ese momento fugitivo e íntimo de paz, en ese mar insólito de hierba verde que acoge a las figuras en su mullido frescor. (texto extraído de la Guía del Museo Sorolla)

domingo, 11 de febrero de 2018

San Juan Bautista (Martín Bernat)


Esta tabla de San Juan Bautista, obra de Martín Bernat, era la principal del antiguo retablo de la iglesia parroquial de la localidad oscense de Zaidín, y actualmente forma parte de la exposición permanente del Museo Diocesano de Lérida. El santo se representa de pie, vestido con túnica de piel de camello, cuya cabeza se ve en la parte inferior, y un manto rojo con vuelta verde y orla dorada. Con la mano izquierda señala el cordero con el estandarte de la Resurrección sobre un libro cerrado que sostiene en la derecha. En el segundo plano figura un paisaje bastante escarpado, como alusión a la dureza de la vida el santo en el desierto, aunque la vegetación parece poco apropiada para el mismo. Al fondo se ven las torres de una ciudad, mientras que en el ángulo inferior izquierdo aparece un conejo, tal vez como símbolo de la castidad. Hay constancia de que la obra estaba finalizada en 1493 y que en 1502 ya estaba colocado en el presbiterio de la iglesia el retablo mayor.