miércoles, 28 de septiembre de 2011

Mise au tombeau d’Hautrage (Bélgica)


Una interesante escultura que se puede ver en la colección permanente del Museo de Arte e Historia de Bruselas es el antiguo florón proveniente de la iglesia de San Sulpicio de la localidad belga de Hautrage. Fue vendido por el ayuntamiento en 1914 siendo burgomaestre de la ciudad Teodoro Rimaux. Representa “la puesta en la tumba de Cristo” y está realizado en piedra caliza policromada. Se ha datado entre 1502 y 1505. El escultor anónimo, conocido por esta obra como el “Maestro de la Mise au tombeau d’Hautrage ”, combina en este grupo dos momentos de la Pasión, por un lado la colocación en la tumba del cuerpo de Cristo y por otra la llegada de las Santas Mujeres la mañana de Pascua.
El cuerpo de Cristo se representa yacente sobre una mortaja que sujetan en la cabeza y los pies José de Arimatea y Nicodemo, quienes le habían desclavado y descendido antes de la cruz, en posición de girar mortaja y cuerpo hacia adelante. Completan la escena la Virgen con las manos unidas en posición orante sostenida por San Juan y las tres Santas mujeres. El artista ha desarrollado en este grupo un estilo particular de rostros juveniles  con profunda expresión de meditación. En cuanto a las vestimentas destaca su plegado sobrio y vertical.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Pila bautismal de San Pedro de Villanueva


La pila bautismal del antiguo monasterio de San Pedro de Villanueva (actual Parador Nacional de Cangas de Onís), está considerada como una de las más antiguas de las conservadas en España. Tanto por su peculiar forma de cuba como por su decoración a base de dos bandas de tallos ondulantes cobijando hojas, recuerdan a las primeras pilas realizadas en madera. En el centro hay una gran inscripción en la que figuran el año de ejecución y los posibles nombres de los mecenas que la mandaron realizar: "IOHANNES ET MARIA FECERUNT HOC OPUS IN ERA MILA CLII", es decir, “Juan y María hicieron esta obra en la era de 1152”, o lo que es lo mismo, en el año de 1114.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Ninfa de las mariposas (Casto Plasencia y Maestro)


Casto Plasencia y Maestro, pintor guadalajareño nacido el 17 de julio de 1846 en la localidad de Cañizar, practicó la pintura histórica, el retrato, el paisaje, la pintura costumbrista y decorativa a la vez que el gran mural, todo ello caracterizado por un estilo académico dotado de cierta sensualidad, que más tarde abandonaría por la pintura natural y al aire libre.
El presente lienzo titulado “Ninfa de las mariposas” es un boceto del definitivo, perdido en la actualidad, que tituló “Juegos de amor” y que formaba parte del segundo envío como becado de la Academia de Roma. Su temática es de carácter mitológico, con una gran carga de efectos decorativos, realizado al modo pompeyano. La mujer desnuda y recostada en un triclinio refleja una sensualidad un tanto banal y escasamente sutil, ya que lo que domina plásticamente la pintura es la superficialidad decorativa.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Virgenes con el Niño de Mojares (Guadalajara)


Vuelvo a postear sobre la espléndida colección del Museo Diocesano de Sigüenza del que no me cansaré a lo largo de este bloq de recomendar su visita. En este caso con dos bellas tallas de la Virgen con el Niño procedentes de la localidad de Mojares, ambas de madera policromada del siglo XIII, ya con evidentes rasgos de transición al gótico. La primera es de pequeño tamaño, apenas 48 centímetros de altura, y se levanta sobre una peana. La Virgen, coronada, tiene al Niño sentado sobre su pierna izquierda mientras con la mano derecha sujeta una bola o esfera. El Niño se representa al modo tradicional, bendiciendo con su mano derecha y sujetando con la izquierda el libro de la vida.
La segunda talla parece de ejecución más avanzada que la anterior, tal vez ya de finales de siglo. La Virgen, representada al igual que aquélla coronada y en posición sedente, porta una esfera en la mano derecha mientras que con la izquierda sujeta sobre su pierna al Niño sentado en posición de bendecir con la mano derecha y una esfera en la izquierda, a diferencia del primero que lleva el libro de la vida.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Retrato del duque de San Carlos (Goya)


En 1814 la Junta del Canal Imperial de Aragón encarga a Goya que pinte los retratos del rey Fernando VII y del duque de San Carlos. Al año siguiente realiza este último por el que cobra la cantidad de 19.080 reales de vellón. Magnífico retrato de cuerpo entero, está considerado como uno de los mejores retratos masculinos del pintor de Fuendetodos.  La figura de Don José Miguel de Carvajal y Vargas, duque de San Carlos, aparece destacada sobre fondo oscuro, neutro, fuerte y asordado y un suelo de tonalidades ocres. La composición se establece en base al cruce de las líneas formado por los brazos, piernas, sombrero y bastón, con lo que Goya logra dotar a la figura de un sólido volumen a la vez que hace que el retrato gane en espacio.
El Duque viste uniforme de funcionario con medias blancas, casaca y calzón negro adornados con entorchados y diversas condecoraciones. En la mano derecha lleva un memorial y bicornio bajo el brazo, y con la izquierda se apoya con gracia en el bastón de mando. El gran toque de efecto se consigue con el brillante fajín rojo que atrae, por su fuerte colorido, la atención del espectador. La prestancia de la figura se consigue situando en un punto de vista bajo al espectador. En el rostro, su saliente mandíbula y su acusada miopía queda disimulada por la vista de perfil, de manera que su escaso atractivo queda enmascarado con gran maestría.


Don José Miguel de Carvajal y Vargas, duque de San Carlos, mantuvo fidelidad a Fernando VII durante toda su vida, por lo que el rey le recompensó nombrándole Secretario de Estado, segunda autoridad del Reino. Además fue director del Banco de San Carlos y de la Real Academia Española, y embajador en Paris y Viena. Se encargó de las depuraciones políticas en la época absolutista y fue quien firmó la exoneración de Goya de todos sus cargos de afrancesado. Quizás por ello el artista se esmeró de manera especial en este retrato.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Ermita de la Virgen de la Carrasca (Castellar de la Muela)


En la pequeña localidad molinesa de Castellar de la Muela se levanta la ermita de Nuestra Señora de la Carrasca, uno de los pocos ejemplos del románico que quedan en el territorio del que fuera Señorío independiente entre los reinos de Aragón y Castilla.  Es una construcción del siglo XII y uno de los mejores exponentes del románico rural de esta zona. Orientado canónicamente, el ábside de la cabecera tiene planta semicircular con una línea de sencillos modillones y canecillos bajo el alero. Se ilumina al interior mediante un pequeño vano aspillerado abierto en el centro del cilindro absidial.
El acceso al interior se realiza a través de portada cobijado por atrio cerrado añadido en época posterior. Esta portada se sitúa en un muro saledizo de sillar de perfil escalonado por el adelgazamiento de su grosor a partir de los riñones del arco. Componen el vano tres arquivoltas en arista viva excepto la exterior que es abocelada, ribeteadas por una chambrana lisa. Los arcos voltean en columnas de fustes muy cortos con capiteles donde todavía se pueden apreciar restos de su decoración vegetal. La tosquedad de sus formas y hechura nos habla de una obra de maestros locales, lo que, a pesar de su sencillez, le confiere un interés añadido.

sábado, 10 de septiembre de 2011

La dote de las tres hermanas (Damián Forment)


Realizada en alabastro en el año 1535, esta escena ocupaba una de las hornacinas del banco del retablo de San Nicolás de Bari de la parroquial de Velilla de Ebro. El retablo fue contratado el 8 de marzo de este año por Jerónima Alboreda, esposa de Forment, estando él ausente de Aragón. Cuando ese mismo año regresa a Zaragoza se ocupa del retablo que realiza junto con colaboradores de su taller.
El relieve reproduce la escena de “La dote de San Nicolás a las tres hermanas” tomada de la Leyenda Dorada, que muestra a las tres muchachas durmiendo juntas, con su padre a los pies de la cama; encima hay dos bolsas de oro que San Nicolás había arrojado para salvar a las jóvenes de la prostitución.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Pila bautismal de Wilderen (Bélgica)


En el Museo de Arte e Historia de Bruselas se expone una excelente colección de pilas bautismales románicas. Entre ellas está la de la iglesia de Notre Dame de Wilderen, localidad belga del municipio de Saint Trond en la provincia de Limbourg. Fechable entre 1155 y 1165, el vaso cuadrado de la pila es especialmente interesante por la iconografía tallada en sus cuatro lados. En el primero encontramos a Marcos y Lucas a ambos lados de un árbol escribiendo los textos evangélicos.


En segundo lugar tenemos a Mateo y Juan trabajando bajo la inspiración de Cristo representado en el centro de la escena. En el tercer lado aparecen los apóstoles Pedro y Pablo al lado de Jesucristo en posición de bendecir. Finalmente, el Señor de Wilderen y su esposa presenta a Cristo para su aprobación, la maqueta de un edificio religioso que es de suponer vayan a construir y que probablemente sea el de la iglesia de la localidad.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Virgen con el Niño montados en una mula


Un gran desconocido dentro del espacio museístico castellano manchego es el Diocesano de Arte Antiguo de Sigüenza. La magnífica labor llevada a cabo por la Diócesis seguntina ha conseguido reunir una estupenda colección de piezas provenientes de sus parroquias, muchas veces salvándolas del expolio por la despoblación y abandono de pueblos y templos. Desde este post recomiendo que todo aquél que pueda lo incluya en su hoja de ruta de espacios pendientes de visitar, y con calma y sin prisas recorra y contemple sus colecciones. Os aseguro que no quedareís defraudados.

En el grupo de vírgenes románicas destaca una curiosa pieza, más interesante por su rareza que por su ejecución. Se trata de una talla de madera policromada que se puede fechar entre los siglos XII al XIV. Representa a la Virgen con el Niño sobre una mula o borriquilla y seguramente formaba parte de un grupo dedicado a la Huida a Egipto. De escuela castellana y de origen popular, me encanta por la inmensa ingenuidad que desprende. Este tema de la Huida a Egipto se encuentra frecuentemente esculpido en el románico, sobre todo en capiteles, pero es muy raro encontrarlo tallado en madera, lo que le confiere ese interés tan especial al convertirla en una pieza casi única.

viernes, 2 de septiembre de 2011

María del Sepulcro


Una talla realmente interesante, más que por su hechura por su rareza, es la de María ante el Sepulcro que se expone en el Museo de Zaragoza. De procedencia aragonesa, se encuadra dentro de uno de los grupos escultóricos  representando escenas del Descendimiento y de la Resurrección que artistas anónimos realizaban para los altares de las iglesias. Esta concretamente, desde el punto de vista iconográfico, se identifica con una de las mujeres que tras la muerte de Cristo se dirigen al sepulcro a lavar su cuerpo.

Actualmente sólo hay media docena de piezas de este tipo conservadas de este periodo, y también es de las pocas que presenta una policromía original. Existen piezas similares en el Museo Cluny de París, Museo San Fog de Massachussets o Museo Godiá de Barcelona, más un Ángel también del grupo de la Resurrección hallado en Colonia.


Datada en el siglo XII, se trata de una escultura tallada en una sola pieza de madera de gran simplicidad volumétrica que representa a una mujer con túnica, manto y corona. La figura sobre pedestal destaca por la verticalidad de la representación, rostro alargado que termina en barbilla muy estrecha, ojos grandes almendrados y frente ancha y despejada. La mano derecha está levantada saludando mientras que con la izquierda sujeta una cajita destinada a ungüentos. La pieza se encontraba totalmente deteriorada y oscurecida, debido probablemente a haber estado expuesta tiempo atrás a un incendio que incluso llegó a calcinar alguna de sus partes originales.