viernes, 22 de febrero de 2019

El gran masturbador (Salvador Dalí)


Este cuadro es una composición llena de implicaciones autobiográficas, mitos, miedos, ideas fijas en donde aparece la forma expresiva del joven Dalí. Es el tema de la masturbación, muy poco conocido en la historia de la pintura. El centro de la composición lo ocupa una masa viscosa dentro de lo blando, que es entendido como lo sentimental y lo duro. A la izquierda aparece una cabeza, el autorretrato de Dalí, cuyos orígenes comienzan en el año 1927 con sus cabezas desdobladas, como en la obra Naturaleza muerta al claro de luna malva, donde el retrato de Dalí está visto de perfil, como germen de donde saldrá el caricaturizado "gran masturbador". El perfil se reduce a una gran nariz, ojo y ceja; en el lugar de la boca aparece el saltamontes como animal repulsivo, idea de la muerte, desintegración de la materia ya que lleva hormigas en el abdomen. El peinado es muy marcado y en la cabeza está pinchada un ancla que podría aludir a las exigencias de su familia del año 1929. La otra figura, a la izquierda, puede ser también Dalí cortando las redes con su familia. El modelo de la mujer pertenece a un cromo modernista que procede del prerrafaelismo inglés y alude a Gala. Es el dilema del mundo que le abre Gala; el lirio representaría la idea de purificación. El escenario crea una atmósfera desolada, un paisaje extenso que remite a la metafísica del italiano Giorgio de Chirico. La pareja abrazada debajo del saltamontes hace referencia a Gala y a Dalí. Por su parte, la mujer modifica su sustancia con carácter rocoso, aludiendo a sus primeros encuentros con Gala en las rocas de Cadaqués. (texto basado en la descripción del cuadro que figura en la web Artehistoria)

domingo, 17 de febrero de 2019

Virgen con el Niño (Rolan de Mois)


Obra atribuida a Rolan de Mois. María se representa sentada hasta la altura de las rodillas, vestida con ricos ropajes y un velo transparente cubriendo su largo cabello rubio. El Niño está de pie sobre sus rodillas desnudo. Ambos aproximan sus caras en actitud afectuosa. Destaca en el cuadro el delicado tratamiento de los plegados y de las pálidas carnaciones. La escena se enmarca en un fondo oscuro, únicamente interrumpido en el lado izquierdo por un pesado cortinaje. Alrededor del marco, en mayúsculas, se aprecia la siguiente leyenda: “MARIA MATER GRATIAE. MATER MISER / ICORDIE TU NOS AB HOSTE PROTEGE E HORA MORTE / SUSCIPE GLORIA TIBI DOMINE QUI NATU ES DE VIR / GINE CUM PATRE SANCTO SPIRITU IN SEMPITERNA SECULA(...)” (María, Madre de gracia, Madre de misericordia, protégenos Tú del enemigo, a la hora de la muerte, recibe la gloria para Ti del Señor, que nació de la Virgen, con el Santo espíritu del Padre (esté) por lo siglos de los siglos) (Texto extraído del catálogo en línea del Museo de Navarra, de cuya exposición permanente forma parte este cuadro)

lunes, 11 de febrero de 2019

Alfonso I el Batallador (Francisco Pradilla y Ortiz)


Francisco Pradilla pinta este cuadro en 1879, durante su estancia en Roma, por encargo del Ayuntamiento de Zaragoza. Representa al Batallador de pie sobre los altos del Castellar, con la vista hacia la ciudad del Ebro. Este cuadro sirvió de modelo para la elaboración de la estatua que se levanta en el Cabezo de Buenavista del Parque José Antonio Labordeta.


miércoles, 6 de febrero de 2019

Cristo crucificado de Pamplona (Juan de Ancheta)


En la capilla de San Juan Bautista de la Catedral de Pamplona podemos admirar el que está considerado como el mejor Cristo de Navarra, y uno de los mejores de España, realizado por Juan de Ancheta hacia 1577. En la talla destaca tanto la perfección anatómica, junto con los moratones que acentúan el realismo del castigo infringido, como la serenidad de la cara del Crucificado tras su muerte, de tal manera que parece representar el rostro del que ha vencido a la muerte. Como detalles a destacar, los pies de Cristo, donde se representa el dedo gordo separado del resto, algo propio de la reacción muscular ante la perforación del clavo y su afectación a los tendones. Por otro lado, el mechón de pelo que cae hacia adelante fuera de la corona de espinas, algo que resalta la singularidad de este Cristo sobre los demás. Una leyenda popular dice que cuando el mechón de pelo le llegue al pecho, se acabara el mundo.