lunes, 27 de abril de 2020

El Juicio Final (Jan Provoost)


Esta obra es una copia que Provoost hace de la que había pintado unos años antes para la Cámara del Consejo del Ayuntamiento de Brujas, y que se colocó en la misma como recuerdo al magistrado de su deber de impartir justicia. La diferencia estriba en que, en el original de 1550, intervino también Pieter Porbous que realizó la escena del infierno, y que Provoost adaptó a su estilo en la copia. El cuadro permaneció en el lugar hasta que fue retirado en 1956, cuatrocientos años después.


Un rayo dorado, apenas perceptible, conecta el ojo derecho de Cristo con los elegidos que van a entrar en el paraíso, mientras que en la mano izquierda porta la tradicional espada del juicio justo. En la parte inferior, los elegidos resucitados van vestidos con túnicas blancas que les proporciona un ángel cuando van llegando en barco a las puestas del cielo. A ambos lados de Cristo se sitúan María y Juan el Bautista como defensores regulares. Entre los personajes que aparecen al lado de María se pueden identificar a San Pedro (llave), San Pablo (espada), San Mauricio (bandera con cruces) y Santa Catalina (rueda y espada). Al lado del Bautista, el rey David (arpa) y Moises (tablas de la ley). Aunque la descripción que hace Provoost del Juicio Final es relativamente fiel al texto del Apocalipsis, el pintor hace su propia versión de algunas escenas, como la representación de diferentes puertas celestiales y al infierno. La huida de los condenados está simbolizada en un carro del clero apóstata rodeado de figuras monstruosas. (texto basado en el que figura en el catálogo en línea del Gruuthusemuseum de Brujas, de cuya exposición permanente forma parte)


martes, 7 de abril de 2020

Mater Purissima (Edmond van Hove)


En esta obra, van Hove nos presenta a la Virgen sentada con el niño Jesús en su regazo sobre el fondo del paisaje de un pueblo. A la derecha hay tres lirios blancos, símbolo de la virginidad de María, mientras que en la esquina inferior izquierda una rosa descansa sobre un libro, tal vez un ejemplar de la Biblia. Es posible que la flor quiera representar la pasión que Jesús tendrá que sufrir al final de su vida. El pintor presenta su Maer Purissima en un entorno conocido, ya que las dos columnas de la izquierda se pueden identificar con las del hall de la entrada de su casa en Amberes. Se completa la escena con un ángel en la parte izquierda que está metiendo un lirio blanco en un florero de color azul. (texto basado en el que figura en el catálogo en línea del Gruuthusemuseum de Brujas, de cuya exposición permanente forma parte)