miércoles, 3 de junio de 2015

La Presentación en el Templo (Iglesia de Secastilla -Huesca-)


En esta segunda tabla del anónimo Maestro de Secastilla se representa el momento en que San José y la Virgen María llevan al Niño al Templo, ocho días después de la circuncisión. San José está representado a la derecha de la escena como un hombre anciano, con barba blanca y apenas pelo, que necesita de un bastón para apoyarse. La Virgen, con la cabeza descubierta, entrega el Niño al sacerdote. Los rostros de ambos parecen denotar tristeza y dolor por las palabras que Simeón dijo a María después de la circuncisión “una espada atravesará tu alma”, que le anunciaban el martirio de su hijo.


María lleva en la mano izquierda una pequeña cesta de mimbre con los pichones de la ofrenda, imprescindibles para poderse llevar a cabo el ritual de purificación, a los 40 días de haber dado a luz. De acuerdo con los Evangelios, la mujer que está a la izquierda del sacerdote es la profetisa Ana, que reconoció en Jesús al Mesías, aunque parece ser que el artista ha querido representar en ella a Santa Ana, ya que lleva nimbo de santidad, algo lógico al tratarse de una escena familiar a la abuela del Niño.

La Circuncisión (Iglesia de Secastilla -Huesca-)


 

Dentro de la exposición permanente del Museo Diocesano de Barbastro podemos ver dos tablas, de autor anónimo conocido como Maestro de Secastilla y datadas en el siglo XVI, que representan sendos momentos de la infancia de Jesús: la Circuncisión y la Presentación en el Templo.
La escena de la Circuncisión tiene lugar en la zona sobreelevada del presbiterio en el interior de un templo. Está protagonizada por el anciano Simeón revestido con una casulla y tocado con mitra episcopal; la barba larga y cana denota su avanzada edad, ya que según el Pseudo Mateo tenía en ese momento ciento doce años. En sus manos sostiene al Niño desnudo sobre unos paños de color rojo que extiende sus manos hacia su madre. Por las gotas de sangre que todavía derrama el Niño de la herida y el cuchillo y la bandeja con el prepucio que hay sobre el altar en el centro de la composición, se deduce que estamos en el momento posterior a la ceremonia.


María es la tercera protagonista principal de la escena. Se representa sonriendo y extendiendo los brazos para coger a Jesús. La figura femenina a la izquierda de la Virgen representa a la Profetisa Ana que asiste a la ceremonia desde un segundo plano. Como corresponde a su condición de viuda, su cabeza va tocada. A la derecha de Simeón un hombre joven señala al Niño con el índice de la mano izquierda extendido y se lleva la mano derecha a la cabeza expresando su admiración. Podría tratarse de Joel, a quien citan los apócrifos como un hombre sabio, misericordioso y temeroso del Señor y que conocía a fondo las leyes divinas y a quien atribuyen el acto de la circuncisión de Jesús.