El que fuere Monasterio de San Francisco fue fundado en Oviedo en el siglo XIII por Fr. Pedro, conocido como “El Compadre” por ser compañero de San Francisco de Asís. Poco se sabe de esta primera construcción, no así de las sucesivas ampliaciones y reformas que se llevaron a cabo en los siglos siguientes. Así parece ser que la primera afectaría a la capilla mayor y crucero que realizó el maestre Calatrava Gonzalo Martínez de Oviedo. En 1487 Don Alfonso de Valdecarzana, Gobernador de Asturias, reedificó la iglesia. En el mismo siglo XV se adosó la capilla de los Argüelles en el brazo izquierdo del crucero, a la que posteriormente seguirían otras.
De las fuentes que han llegado a nuestros días podemos deducir que la iglesia del Convento tenía planta de cruz latina con la capilla mayor, las dos colaterales, de menor altura, y el crucero en estilo gótico. En el ábside de planta poligonal de siete lados abrían cinco ventanas apuntadas y tenía contrafuertes escalonados al estilo de las iglesias franciscanas. Se abovedaba el templo con arcos torales que apeaban en machones sobre columnas con capiteles ricamente decorados.
En el siglo XIX, tras la desamortización de Mendizábal, el edificio cambia su función religiosa por la de beneficencia acogiendo el que sería primer Hospital General de Asturias. Los diversos hospitales que había en la Ciudad resultaban insuficientes desde hacía tiempo, habiéndose proyectado ya en el siglo XVI su reunificación en uno solo. Este hospital único comenzó a funcionar en 1837 en las dependencias del convento franciscano. Unos años después fue declarado provincial y pasó a depender de la Diputación Provincial de Oviedo. Según recoge F. Canella, para su instalación se hicieron obras de adecuación del ex-convento que quedó conformado por 8 salas para hombres, 5 para mujeres, galería de baños, salas de autopsia y depósito, cocina, lavadero, estufa para desinfección de ropas, jardín y huerta. Contaba con un Director, personal administrativo, dos capellanes, seis médicos, siete practicantes, dieciocho hermanas de la Caridad, un farmacéutico, dos ayudantes y trece enfermeros. El régimen de visitas médico era de dos diarias además de un servicio de guardia permanente.
Con el tiempo este hospital también resultó insuficiente por lo que la Diputación enajenó el edificio en 1882 y con la venta del solar construyó uno nuevo en Llamaquique. Por otra parte, también en 1882 se derribó el templo de la parroquia de San Juan trasladándose entonces la parroquial a la iglesia del antiguo convento de San Francisco. En 1902 fue derribado el edificio con motivo de las obras de prolongación del ensanche de la Calle Uría y el solar pasó a ser ocupado por la Diputación provincial de Oviedo ubicado en la conocida hoy como Calle Fruela. Por otra parte, el Campo de San Francisco ocupa parte del huerto del antiguo convento el cual pasó a propiedad del Ayuntamiento de Oviedo cuando la desamortización de Mendizábal en 1836.
De aquellas dependencias monásticas se conservan varios elementos, entre ellos cinco ménsulas del siglo XV talladas con rostros de caballeros y damas. En la foto superior, la primera de a parte superior izquierda representa a un varón adulto que se cubre con un turbante; a su lado, una dama cubierta con toca de lengüeta y barbuquejo. En la parte inferior, una dama con el griñón de las dueñas luciendo sobre su frente un rico joyel de círculos concéntricos, y el rostro de un varón maduro barbado tocado con calota. En la segunda fotografía podemos ver una doncella con diadema festoneada sobre la frente y gargantilla al cuello.