viernes, 26 de octubre de 2018

Virgen con el Niño (Francisco de Goya y Lucientes)


Este óleo sobre lienzo se expone en el Museo de Zaragoza desde 2015 procedente de una colección privada. Es obra muy temprana de Goya que se relaciona estilísticamente con las pinturas murales de la Cartuja de Aula Dei. La escena muestra la figura de una Virgen joven de belleza marmórea que mira con dulzura a Jesús, representado como un niño rollizo que flota entre paños, todo sobre un fondo neutro. Según los estudiosos del artista, la obra se concibió con un sentido devocional y, dado su tamaño (83,7 cm. x 58,30 cm), posiblemente fue un encargo de alguien que lo iba a pagar, seguramente algún patrono de Zaragoza o alguien del mundo religioso. 





miércoles, 24 de octubre de 2018

Calvario (Tragó de Noguera -Lérida-)



En el Museo Diocesano y Comarcal de Lérida se expone este Calvario, obra datada entre el último cuarto del siglo XII y el primero del XIII. Procede de la desaparecida localidad leridana de Tragó de Noguera. Se trata de una talla en madera policromada del Crucificado, acompañada en los extremos del brazo de la cruz por las figuras de María y San Juan, por lo que se le denomina Calvario. El Cristo es del tipo sufriente (Christus Patiens) , que se representa con una corona de cilíndrica, los ojos cerrados, los brazos sensiblemente inclinados y vestido únicamente con el paño de pureza (perizonium). En los extremos del travesaño están las imágenes de la Virgen, a la derecha, y de San Juan Evangelista en el lado contrario. No se conservan las figuras de Adam resucitado que ocupaba la base del palo y la de la parte superior, que probablemente personificaría el sol y la luna. La cruz, enramada, refuerza su simbolismo como Árbol de la Vida, al mismo tiempo que los extremos terminan en forma de flor de lis. El conjunto conserva buena parte de su policromía, lo que permite leer algunas de las inscripciones. En el centro del reverso está pintado el Agnus Dei como símbolo del sacrificio de Cristo, algo habitual en casi todos los Crucificados. El grupo se fijaba en una estructura de madera en torno al altar, mediante el pie coronado para un capitel y acabado en una mecha. Dadas sus dimensiones, es posible que también sirviese para usos procesionales. (texto basado en la ficha de la web del Museo Nacional de Arte de Cataluña)


miércoles, 17 de octubre de 2018

Instantánea (Joaquín Sorolla)


Sorolla pinta este óleo sobre lienzo el verano de 1906 en Biarritz, lugar donde pasan muchas vacaciones el pintor y su familia. Seguramente representa a su hija María preparando una cámara fotográfica. El título “instantánea” cuadra perfectamente, tanto con la fotografía como con la técnica rapidísima y abocetada que emplea Sorolla en el cuadro, y que junto con la paleta suavizada denota cierta cercanía con la pintura impresionista francesa que conoció directamente en París, donde acababa de cosechar un gran éxito de crítica con su primera exposición individual. (texto extraído del catálogo del Museo Sorolla)


lunes, 8 de octubre de 2018

Gitano de Figueres (Salvador Dalí)


Desde los primeros años de la década de los años 20 y hasta mediados, Salvador Dalí muestra ciertos préstamos estéticos del artista uruguayo Rafael Barradas. Éste había llegado a Madrid en 1918 introduciendo notas del futurismo y el cubismo en la vanguardia española. Esta obra nos remite a la llamada "tertulia de los alfareros", donde Rafael Barradas y Alberto Sánchez inician una íntima relación artística que se desarrolla sobre todo en las páginas de la revista madrileña "Alfar", a la que tiene acceso Salvador Dalí. Este Retrato de gitano recuerda algunas imágenes realizadas por esos dos artistas, donde existe todavía ciertas notas de la vanguardia, pero en paralelo, donde se hace patente la vuelta al orden, a la figuración, de Barradas. Para algunos historiadores, este interior donde está representado el gitano podría ser una de las habitaciones de la Residencia por la aparición de cuadros detrás de la figura y por el desorden, casi caótico, de la habitación, tal y como describen muchos de los que por allí pasaron durante aquellos años. Entre ellos, uno de los testimonios más conocidos es el del poeta Rafael Alberti. (texto extraído de la reseña del cuadro en el bloq Artehistoria)

miércoles, 3 de octubre de 2018

Capricho alegórico: La avaricia (Eugenio Lucas Velázquez)


Lucas Velázquez pinta este óleo en 1852 como parte de una pequeña seria de tres tablas que representan escenas de brujería protagonizadas por diablos y personajes del clero, relativas también a pecados capitales: La avaricia, El castigo de la lujuria y Noche de brujas, conservadas estas dos últimas en el Wadsworth Atheneum Museum of Art de Hartford en Connecticut, mientras que la primera se expone en el Lázaro Galdiano de Madrid.
Junto a una mesa, sobre la que se ven monedas de oro, cachivaches y un libro abierto, un orondo personaje, vestido con hábito amarillo y bonete rojo, coge en brazos dos grandes sacas, seguramente llenas de monedas. Sobre la mesa aparece un personaje diabólico con alas y orejas negras, que vise hábito y capirote y sujeta una guadaña, señalando con gesto acusador al avaricioso monje. Siniestras figuras brujeriles y monstruosas rodean la mesa y sobrevuelan la escena en un cielo negro. Por el suelo hay libros esparcidos y un globo terráqueo, posiblemente como símbolo del desdén de la sabiduría por la avaricia del dinero, que parece ser el aparente significado de esta alegoría. (texto extraído del catálogo en línea del Museo Lázaro Galdiano)