jueves, 26 de marzo de 2020

Leyenda de San Roque (Bernard Van Orley)


En esta obra de la primera mitad del siglo XVI, Bernard Van Orley representa algunos de los episodios de la vida de San Roque. Dispuestos en diagonal, en la parte inferior aparece repartiendo las propiedades que heredó de sus padres entre los pobres y se prepara para dirigirse a Italia. A la izquierda del espectador, un sirviente tiene preparados el abrigo, el bastón y el sombrero de peregrino. En el centro del cuadro, a la derecha, San Roque es recibido y bendecido por el Papa, para continuar después con su peregrinación. En la parte superior se representa al Santo en su retiro tras contraer la peste, donde es alimentado por el perro del rico Gothard Palastrelli, quien le visita por curiosidad y renuncia a sus riquezas. Por último, en lo más alto de la pintura aparece en prisión, cuando tras su regreso a su ciudad natal, Montpellier, es encarcelado por su tío. (texto basado en el que figura en el catálogo en línea del Gruuthusemuseum de Brujas, de cuya exposición permanente forma parte)


viernes, 13 de marzo de 2020

Pinturas murales de la ermita de San Juan Bautista (Ruesta -Zaragoza-)


En el Museo Diocesano de Jaca se expone el conjunto de pinturas murales del siglo XII que decoraban el ábside de la ermita de San Juan Bautista del pueblo de Ruesta que- aunque perteneciente a la provincia de Zaragoza. se engloba en la Diócesis jacetana. La obra no está completa ya que presenta varios espacios donde se ha perdido la policromía, especialmente en el lado izquierdo que fue el más afectado por las humedades.
La bóveda está presidida por el Pantocrátor, con Cristo en Majestad en posición sedente inscrito en una mandorla, sosteniendo el libro sagrado con la mano izquierda y en posición de bendecir la derecha. En el interior de la almendra mística hay también siete vasijas en alusión a las siete lámparas del Apocalipsis. A ambos lados de su zona inferior aparecen sendos árboles, el de la izquierda del espectador con aspecto marchito y el de la derecha florido. Flanquean al Pantocrátor cuatro medallones con las figuras de los evangelistas y sus símbolos. En el ángulo superior derecho San Juan con el águila; debajo San Lucas y el toro; en el lado superior izquierdo San Mateo con un hombre alado, y debajo el resto de otro medallón parcialmente perdido que correspondería a San Marcos acompañado de la figura de un león. En el extremo derecho de la bóveda se representa a un serafín, ángel con tres pares de alas repletas de ojos.


Separa la zona de la bóveda de los muros una greca con decoración geométrica. Esta parte está ocupada por dos escenas que a ambos lados de una ventana central con decoración de casetones. A la izquierda del hemiciclo absidial se representa un Calvario que está en muy mal estado de conservación, y a la derecha las figuras de seis apóstoles, de los que solamente los dos de la izquierda pueden ser identificados como Simón y Judas por las inscripciones que figuran sobre sus cabezas. Bajo la ventana hay un Crismón trinitario de formato cuadrado. Da paso a la zona absidial un gran arco triunfal de medio punto ornamentado con temática vegetal. En la jamba derecha aparece San Pedro y en la enjuta del mismo lado un pavo real.
Destaca en el conjunto un claro predominio del dibujo a base de líneas gruesas, la aplicación de colores planos, la inexpresividad de los personajes y la bidimensionalidad. (texto basado en el que figura en el catálogo online del Museo Diocesano de Jaca)


martes, 3 de marzo de 2020

Cristo Pantocrátor (Ruesta -Zaragoza-)


Esta pintura mural se considera como un arrepentimiento del artista que decoró el ábside de la ermita de San Juan Bautista de Ruesta, ya que se encontró bajo el rostro del Pantocrátor que preside la bóveda en el proceso de arranque de las pinturas murales para su traslado al Museo Diocesano de Jaca, donde actualmente se exponen. Obra del siglo XII, representa una cabeza masculina con largo cuello. En el rostro se aprecian unas gruesas cejas, ojos almendrados de gran tamaño y color negro, nariz recta, boca cerrada y barba, aunque esta zona inferior se conserva incompleta. Se completa con dos toques rosados bajo los ojos, a ambos lados de la nariz. (texto basado en el que figura en el catálogo online del Museo Diocesano de Jaca)