Una interesante escultura que se puede ver en la colección permanente del Museo de Arte e Historia de Bruselas es el antiguo florón proveniente de la iglesia de San Sulpicio de la localidad belga de Hautrage. Fue vendido por el ayuntamiento en 1914 siendo burgomaestre de la ciudad Teodoro Rimaux. Representa “la puesta en la tumba de Cristo” y está realizado en piedra caliza policromada. Se ha datado entre 1502 y 1505. El escultor anónimo, conocido por esta obra como el “Maestro de la Mise au tombeau d’Hautrage ”, combina en este grupo dos momentos de la Pasión, por un lado la colocación en la tumba del cuerpo de Cristo y por otra la llegada de las Santas Mujeres la mañana de Pascua.
El cuerpo de Cristo se representa yacente sobre una mortaja que sujetan en la cabeza y los pies José de Arimatea y Nicodemo, quienes le habían desclavado y descendido antes de la cruz, en posición de girar mortaja y cuerpo hacia adelante. Completan la escena la Virgen con las manos unidas en posición orante sostenida por San Juan y las tres Santas mujeres. El artista ha desarrollado en este grupo un estilo particular de rostros juveniles con profunda expresión de meditación. En cuanto a las vestimentas destaca su plegado sobrio y vertical.
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