Imagen de la Virgen con el Niño que, procedente del Monasterio oscense de Sigena se expone actualmente en el Museo Episcopal de Lérida. De inicios del siglo XV, se relaciona con las “vírgenes hermosas” producidas en la región alemana de Bohemia, de donde probablemente llegó al Monasterio. Tallada en madera de cerezo presenta las características propias de esas vírgenes, como el predominio de las formas redondeadas y suevas. Además, en esta de Sigena destaca el cuidadoso estudio anatómico del cuerpo del Niño y algunos detalles, como los dedos de la Virgen ejerciendo una ligera presión sobre el mismo. Es la única talla de este tipo conocida en Aragón, lo que aumenta su importancia. En la Guerra Civil sufrió algunas quemaduras y la madera se abrió verticalmente, perdiendo el Niño el pie izquierdo y parte del antebrazo derecho. En 1993 fue restaurada, eliminándose la corona barroca y un añadido de esa época que le daba un mayor vuelo al manto, así como recuperando en lo posible la policromía original.
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