viernes, 27 de abril de 2012

Retablo de Santa Apolonia (Pedro Pertús)

La zaragozana iglesia de San Lorenzo se ubicaba en la plaza de su mismo nombre, en las inmediaciones de la actual iglesia de San Pedro Nolasco. De origen románico figuraba en una donación al Monasterio de San Juan de la Peña en 1182.
Además del retablo  mayor, albergaba en su interior otros siete retablos más, uno de ellos dedicado a Santa Apolonia. Documentalmente se sabe que este retablo fue encargado en diciembre de 1576 al mazonero Juan de Rigalte por los testamentarios de Don Pedro de Alfajarín para colocarlo en una de sus capillas. En las capitulaciones de 12 de diciembre de 1576 se estipula que en las tablas del retablo se narre la vida y martirio de la santa. Pedro Rigalde labró una imagen de la titular que ocupaba el centro y un Calvario para el ático. Pedro Pertús realizó las escenas de la vida de Santa Apolonia, mas tres tablas con historias de la Pasión de Cristo.
Desaparecida la iglesia de San Lorenzo, las cuatro tablas que se conservaban del retablo fueron donadas al Museo de Zaragoza por la Junta parroquial de la misma. Es el 30 de noviembre de 1868 cuando las tablas ingresan en el Museo.
En la tabla del interrogatorio, la santa está flanqueada por dos soldados  que la sujetan por los brazos en presencia del juez. Viste túnica romana, presenta nimbo circular sobre la cabeza y gesticula con sus brazos y manos para hacerse entender mejor por el juez.


La flagelación de Santa Apolonia se desarrolla, al igual que el resto de escenas, en un interior marcado por robustas arquitecturas que le imprimen profundidad, insinuando al fondo un pequeño paisaje. Se presenta a la santa en el centro, arrodillada y con medio cuerpo desnudo. Sus manos en posición de oración y su rostro tranquilo y sereno no transmite sufrimiento. El tono blanquecino de la figura otorga luminosidad a la protagonista, adquiriendo así un tratamiento casi escultórico de su cuerpo. Dos personajes la azotan y una mujer arrodillada implora por su salvación.


En la tercera tabla se representa otro pasaje del martirio de la santa, en el que tras ser perseguida por Dacio y obligada a blasfemar de Dios, se le habrían arrancado todos los dientes, uno a uno, con unas pinzas o tenazas. La santa aparece con las manos unidad y sangrando abundantemente por la boca.


En la cuarta tabla Pertús desarrolla la escena de la degollación de Santa Apolonia. Aunque habitualmente la iconografía relaciona a la santa con su muerte en la hoguera, el pintor prefirió hacer una interpretación más libre. Así, presenta el momento en el que la santa en el centro de la composición, con el torso desnudo, arrodillada y con las manos en oración, inclina la cabeza y se somete a su verdugo, que impasible levanta la daga. A un lado un grupo de hombres, que representan al pueblo, observan y comentan la escena que están presenciando. Al otro lado un hombre parece explicarles los hechos. Este personaje se identifica con el juez pues así se muestra en otras dos escenas de este grupo. Al fondo un paisaje en el que se divisa una población amurallada.


Pedro Pertús fue el iniciador de una saga de pintores que se localizan entre Zaragoza y Tudela desde 1545. La primera noticia sobre el fundador de la dinastía es de 1546, cuando se le condena a pintar un lienzo del Crucificado para el hospital de San Gil de Zaragoza. El pintor falleció en esta ciudad el 23 de octubre de 1583.

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