Curiosa representación de una pareja de novios que paseando por el puente sobre el río Martín de Albalate del Arzobispo se encuentran con una cuadrilla de mozos que les regalan los oídos con una copla, copla que casualmente alude a los escarceos amorosos de la muchacha, algo que parece no complacer en demasía al novio por la expresión de su cara en contrapartida al cachondeo que se llevan aquéllos. Los montes y caserío de Albalate sirven de fondo a la escena. Por cierto, el tío Silverio y otros vecinos del lugar sirvieron de modelos al pintor Juan José Gárate
Según cuenta mi madre, uno de los modelos era mi bisabuelo. Vicente Calvo Pelegrín
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