martes, 11 de junio de 2019

El enigma de Hitler (Salvador Dalí)


En este cuadro Dalí interpreta la situación en la que se encontraba Europa tras la Conferencia de Munich de 1937, cuando Inglaterra y Francia ceden a las pretensiones de Hitler de invadir y anexionarse Checoslovaquia. El cuadro, que viene a ser un presagio de lo que poco después acontecerá, fue el desencadenante de la expulsión de Dalí del surrealismo francés
Sobre una rama de olivo quemada y medio rota, que viene a simbolizar la paz, aparece un teléfono roto y negro con el extremo semejando la pinza de una langosta en posición amenazante, y con el cable roto como señal del fin de las comunicaciones entre países. Del mismo teléfono se descuelga una lágrima como alusión a las tristes noticias que se reciben. Se completa esta parte del cuadro con un paraguas colgando de la rama representando al gobierno inglés en sus inútiles negociaciones con Hitler.
Bajo la rama un plato contiene una fotografía tamaño carnet de Hitler y unas pocas judías, como presagio del hambre que espera al pueblo con la llegada de la guerra. El pintor incluye también unos murciélagos, una flor marchita y una mujer que trata de guarecerse bajo el paraguas, todo bajo un amenazante cielo encapotado. Se completa la composición al fondo con la playa de Cadaqués, donde se puede observar un grupo de personas privilegiadas, la burguesía, alejadas del tema central de la guerra, que están disfrutando de su propia vida, mientras que a la izquierda un perro negro los vigila bajo una sombrilla clavada en la arena.


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