lunes, 3 de junio de 2019

San Pedro y Calvario (Maestro de Viella)


En el Museo Diocesano de Lérida se expone en depósito la parte central de un retablo dedicado a San Pedro procedente de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Peralta de Alcofea (Huesca). Consta de dos tablas, la central muestra al titular entronizado y flanqueado por dos ángeles, mientras que la superior presenta un Calvario. San Pedro Apóstol se representa de la forma habitual, como un varón entrado en años con barba y cabellos blancos y mirada fija hacia el espectador. Viste de pontifical con tiara, casulla, capa pluvial brocada y ribeteada en oro y guantes. Va coronado con un nimbo dorado. En la mano derecha sostiene una enorme llave que lo identifica y en la izquierda muestra un libro abierto. Se sienta en un trono que simula estar tallado en madera y a ambos lados se acompaña de dos ángeles mancebos vestidos como diáconos, también dotados de nimbo y en actitud orante. El fondo se decora con estilizados motivos vegetales, incisos y dorados mediante aplicaciones de pan de oro.




La tabla superior representa la escena de la Crucifixión, con Cristo crucificado centrando la escena. Se trata de un Cristo de tres clavos y anatomía ligeramente desproporcionada, que viste un sencillo perizonium, muestra la herida sangrante en el costado e inclina la cabeza y la vista hacia su Madre, que está arrodillada con las manos juntas, observando el dolor de su Hijo. Lleva la cabeza cubierta y luce nimbo, al igual que San Juan, que se sitúa a la izquierda. La escena se presenta en medio de un paisaje rocoso, salpicado de vegetación y jalonado por un camino que conduce a una ciudad amurallada, evocando a la Jerusalén bíblica, donde se sitúa el Monte Calvario. (texto extraído de la web patrimonioculturaldearagon.es)

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