En el Museo Arqueológico Nacional
se expone esta talla de alabastro policromada procedente del Convento de Santo
Domingo el Real de Madrid que representa a Nuestra Señora de la Asunción. La Virgen,
elevada por cuatro ángeles en su Asunción a los cielos y coronada por otros
dos, se sostiene sobre una media luna y un querubín; el movimiento de ascenso
queda reflejado en el contraposto de las figuras y en el plegado revuelto de
los paños. Fue realizada entre 1539 y 1541 por Gregorio Vigarny o Pardo, bajo
la supervisión de su padre Felipe Vigarny y del escultor aragonés Damián
Forment, según consta en el contrato de la obra encargada por don Alonso de
Castilla, obispo de Calahorra para su capilla funeraria en el citado convento. Por
deseo expreso del comitente, la talla se colocó en la portada del convento, no
en su capilla funeraria. Fue descrita como "Virgen de coral porque el ornato
es pintado de ello y de oro", en referencia al pigmento rojo que aún cubre
los labios de las figuras y el dorado que estuvo aplicado sobre los cabellos,
las alas de los ángeles y las vestiduras de la Virgen, todavía parcialmente
conservado, si bien muy retocado. Otros pigmentos utilizados en su policromía
original fueron el de color negro pintado sobre las pupilas y otro de color
azul, aplicado sobre la base, actualmente muy oscuro al haberse degradado. La
iconografía combina dos creencias de la tradición católica muy populares en la
Edad Moderna que pese a su fondo teológico no fueron constituidas en dogma de
fe hasta los siglos XIX y XX: la Inmaculada Concepción de la Virgen y la
ascensión de su cuerpo y su alma al cielo tras su muerte y su resurrección. (texto
basado en la descripción de la obra que figura en el catálogo online del Museo
Arqueológico Nacional)
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