La pila bautismal románica de la parroquial de la pequeña localidad de Esplegares es una de las más interesantes de la provincia. La copa apoya en una basa formada por cinco columnas cilíndricas, de mayor diámetro la central, que no llegan a tocarse. La copa presenta una interesante decoración dividida en dos bandas, la inferior a base de gallones recercados de escaso relieve y la superior con motivos vegetales y del bestiario.
El programa iconográfico de esta zona es sencillo a la par que llamativo, sobre todo por la escasez de pilas decoradas en la zona. Por un lado se representa un ave, que parece ser una cigüeña, picoteando una gran flor hexapétala que podría ser una representación del sol, mientras que bajo su pico una pequeña planta en flor parece querer elevarse hacia el cielo en busca de Dios, posible representación del alma que anhela la resurrección (ave=alma, florón=sol=resurrección, planta en flor=se eleva hacia Dios).
Una segunda cigüeña aparece combatiendo con dos grandes serpientes de cuerpos escamados y colas enroscadas, clara representación en el románico de la lucha entre el bien y el mal. La decoración se completa con otros dos grandes florones hexapétalos y un cuadrúpedo junto al cual queda un amplio espacio liso, lo que hace pensar en que la decoración quedó incompleto por alguna razón, posiblemente económica.
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