En este retrato del primer hijo del Infante don Luís Antonio de Borbón y de doña María Teresa de Vallábriga, que Goya pinta en 1783, durante su estancia en la localidad abulense de Arenas de San Pedro, el niño aparece con porte aristocrático, en posición erguida, y con la mirada atenta al espectador.
Viste traje de Corte, con medias blancas, casaca, chaleco y calzón corto de un color azul añil, en un afán por certificar la pertenencia del retrato a la familia Borbón. Para dar una mayor relevancia a la personalidad del niño, el pintor elige un punto de vista ligeramente bajo en la perspectiva del cuadro.
En su estudio en penumbra se vislumbra un conjunto de muebles diseñados de acuerdo a su estatura, que bien podrían deberse a Ventura Rodríguez, ya que muestran similitud con los que diseñó para el infante don Luís. Su mano derecha sostiene la pieza que le falta al puzle de un mapa que reposa sobre la mesa. Esta pieza corresponde a las provincias de Madrid, Toledo y Cuenca. Con la mano izquierda coge el compás necesario para medir distancias en cartografía. Con estos dos elementos, Goya hace especial hincapié en la geografía, la gran afición del joven Luís María, además de mostrar el conocimiento de las Artes Liberales que debía poseer un noble.
En el mapa de Europa situado detrás del retratado se lee este texto: “AL S.D. LUIS MARIA / HIXO DEL DER.S. INFANTE / D. LUIS / Y DE LA MUI ILUSTRES. / D. MAR. TER. VALLABRIGA / A LOS SEIS AÑOS / Y TRES MESES DE EDAD”.
Toda la felicidad que desprende este cuadro quedó truncada con la muerte del Infante don Luís Antonio de Borbón en 1785 y por las crueles decisiones que, respecto a la familia Borbón Vallábriga, tomó el rey Carlos III.
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