Pieter Brueghel fue un pintor
brabazón del renacimiento conocido como el Joven para diferenciarlo de su padre
del mismo nombre, Pieter Brueghel el Viejo. “El combate entre don carnaval y
doña cuaresma” es un óleo sobre tabla de 164 cm de ancho por 118 de ancho que
actualmente forma parte de la Colección de los Reales Museos de Bellas Artes de
Bélgica.
En el cuadro se representa una
escena típica del teatro de la época, un carnaval representado por la clase
real. Presenta el contraste entre dos aspectos de la vida contemporánea: por un
lado aparece una posada en el lado izquierdo para el goce, a la derecha una
iglesia para la devoción. Se parodia de esta forma, por un lado, a los que
celebran el carnaval y, por otro, a los devotos que cumplen con la cuaresma. A
la derecha, cerca de la iglesia, se sitúan unos niños que se están comportando
correctamente. En la posada se representa un barco en la bandera y una escena
de bebedores de cerveza.
El carnaval parece estar
representado por el hombre que está encima del barril de cerveza, que lleva por
sombrero un pastel y en vez de una lanza, blande un espetón. Le combate la
cuaresma, simbolizada por la delgada mujer que se sienta sobre un reclinatorio,
del que tiran un monje y una monja; lleva por sombrero una colmena, símbolo de
la miel de la cuaresma, y lo que porta en lugar de lanza es una pala con dos
arenques.
El conjunto de la gente se reúne
sobre una gran plaza. El pintor utiliza una variada gama de colores para
representarlos, lo que da contraste a la escena. En el centro, donde parece
concentrarse la luz para captar la atención del espectador, está el pozo en el
que se reúnen diversas partes de la comunidad. Hay varios grupos de religiosos,
los de la derecha, delante de la iglesia, vuelven la espalda a la plaza, como
si quisieran salir del cuadro. Sólo dos monjas están en el lado contrario. Los
que quedan a la izquierda de la iglesia siguen esa dirección, volviendo la
cabeza, sin ser atraídos por la fiesta.