Federico de Madrazo firmó esta obra en 1842 en Roma. Por la fecha se aprecia que la pintó en una única sesión con modelo. Se trata de un espléndido retrato de un personaje barbado en el que el pintor ha puesto su atención en la expresión de la mirada y en la pintura de la barba, destacando en ella el realismo logrado con la punta de la caña del pincel para describir el movimiento y sutileza del pelo.
Con el título de “Cabeza de San Pablo”, este óleo formó parte de la exposición “San Pablo en el arte, XIX Centenario de su venida a España” que se celebró en el Casón del Buen Retiro de Madrid de enero a marzo del año 1964.
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