miércoles, 28 de diciembre de 2011

Frontal de la iglesia de San Martín de Chía (Huesca)

El frontal de San Martín se encontraba en origen colocado en el altar de la pequeña ermita románica del mismo nombre en la localidad ribagorzana de Chía. Actualmente se expone en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, donde llegó en 1932 procedente de la colección Plandiura.


Obra de la segunda mitad del siglo XIII, se trata de una pieza realizada sobre tabla de madera de nogal y pintada al temple con fondo de yesería en relieve y estuco revestido de estaño y corladura. En la orla de color rojo granate que lo ribetea hay varias inscripciones, la más interesante de ellas la situada en el centro de la parte inferior, debajo de los pies del Santo, donde figura la firma del artista “Iohanes Pintor Me Fecit”, algo excepcional en este tipo de obras. Estilísticamente, este frontal pertenece a la denominada “Escuela de Ribagorza”, y se relaciona con los de Betesa, Treserra, Estet  y Cardet.
En el centro aparece la figura de San Martín de Tours bajo una estructura lobulada, y a sus lados se representan cuatro escenas de su vida y leyenda.
La primera escena describe el episodio en el que San Martín comparte su capa con un mendigo ante las puertas de Amiens. Esa noche se le aparecería Jesucristo portando su media capa.


En segundo lugar encontramos la Misa de San Martin, y a continuación, una escena en la que aparece el Santo junto a dos personales resucitados que bien podrían ser un hombre que resucitó después de ser ahorcado, y el catecúmeno resucitado contando a Martín como, cuando era conducido a un lugar tenebroso. se acercaron dos ángeles al juez advirtiéndole que el Santo estaba orando por su alma. Una imagen de la Virgen de la Leche completa la escena.


En último lugar se representa a Martín a los 81 años, cuando preso de calenturas estaba próximo a la muerte y se le apareció el diablo, al cual el Santo increpó diciéndole “¿qué haces aquí cruelísima bestia?. No pierdas el tiempo buscando cargos contra mí, porque no los hallarás. Ahora mismo mi alma entrará en el Seno de Abraham". Tras decir estas frases, expiró y su rostro se tornó resplandeciente. Un elemento excepcional de esta escena, y de la tabla en conjunto, es el hecho de que aparezca sobre la cama de San Martín el emblema de los Reyes de la Corona de Aragón, siendo uno de los testimonios más antiguos de su uso.

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