Este interesante relieve fue
atribuido con acierto a Esteban Jordán por Juan Agapito y Revilla en 1915, al
contemplarlo incrustado en la parte inferior de un altar de la antigua iglesia
monástica de Nuestra Señora de Belén, ocupada entonces por la parroquia de San
Juan Bautista de Valladolid. Sin embargo, con el transcurrir del tiempo se
perdió su pista. La obra tuvo que ser vendida y en 1933 era adquirida a un
particular vallisoletano para pasar a formar parte de las colecciones del
recién fundado Museo Nacional de Escultura.
Directamente relacionado con los
modelos de Esteban Jordán, el Llanto sobre Cristo muerto está concebido como un
bloque compacto y uniforme. Su concepto volumétrico muestra una sorprendente
idea de contemporaneidad, en el que la expresión se combina admirablemente con
una contención de los sentimientos, para hablar con elocuencia tanto de la
personalidad de su autor como de su tiempo. La posibilidad de plantear un
estudio comparativo con otras de sus esculturas documentadas acerca todavía más
la obra a sus trabajos. En el retablo mayor de la iglesia vallisoletana de la
Magdalena, que contrataba en 1571, un relieve del mismo tema y singular
configuración se colocó en el ático, bajo la representación del Calvario. Es
posible plantear que el que ha llegado hasta nosotros formara parte de un
retablo de menores proporciones y se dispusiera en el mismo lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario