Esta tabla representando la
Coronación de la Virgen formó parte del retablo mayor de la iglesia de
Valderrobres, encargado por el arzobispo D. Hernando de Aragón a Jerónimo
Cosida.
Esta iconografía, con la Trinidad
coronando a la Virgen, se impuso en España, Italia y Francia durante el siglo
XV, y fue difundida por estampas que circulaban entre los artistas. En este
caso, Cosida se inspiró en un grabado de Durero, aunque con variantes
personales, como el trono renacentista y el gesto de los personajes, que dota
de una mayor dulzura.
Para conseguir mayor movimiento,
el pintor presenta a la Virgen ligeramente girada y a los ángeles en posición
de volar. En cuanto al color, emplea ya el tono rosa tan característico en su
obra, además de los amarillos en el fondo celestial, contrastados con los rojos
de los querubines del fondo.
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