Atribuido a Damián Forment, este
relieve fue donado por el canónigo Jorge Semper, que lo tenía en su oratorio
particular, a la Catedral de Huesca para ser colocado sobre el altar de la
capilla del Sacramento, sita detrás del óculo del retablo mayor. Con un acertado
criterio, ya que la capilla no es visitable, se trasladó al Museo Diocesano
donde actualmente se ubica.
Los tres Reyes están representados
en el momento de la Adoración ataviados con ricas vestiduras y acompañados de
una comitiva de camellos y sirvientes. Este tema fue muy representado en el
siglo XVI, momento de auge de las dinastías regias y linajes nobles que se
veían en ellos reflejados postrándose con toda su grandeza y rodeados de
suntuosidad a los pies del Salvador.
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